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"Falsos padres" para conseguir la nacionalidad española
La policía desarticula en España una trama dedicada a nacionalizar ciudadanos senegaleses mediante documentos falsos.
Agentes de la Policía Nacional de España han desarticulado en la isla de Tenerife una organización que facilitaba la nacionalidad española a ciudadanos senegaleses en situación irregular.
El precio pagado para obtener la nacionalidad llegaba en algunos casos a alcanzar los 10.000 euros.
En la operación resultaron detenidas 23 personas por delitos de falsificación de documentos y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Según fuentes policiales consultadas por RT, en el registro efectuado en el domicilio del principal responsable de la organización se han intervenido 50 pasaportes de Senegal falsos, solicitudes de obtención de nacionalidad española, seis teléfonos móviles y 1000 euros en efectivo.
Otros senegaleses fingían ser los padres
En varios de los casos investigados, la organización utilizaba a compatriotas que, por un precio de 1.500 euros, simulaban ser los padres de los ciudadanos que se encontraban en situación irregular y cuyo objetivo era conseguir la nacionalidad española.
Además, el entramado contaba con pisos de otros ciudadanos senegaleses residentes en diferentes municipios de Tenerife para poder empadronar a los supuestos hijos.
De esta manera, la organización proporcionaba a cada cliente un pasaporte de Senegal falso, un certificado de empadronamiento y un certificado de nacimiento del supuesto padre, contando así con todos los documentos necesarios para solicitar la nacionalidad española.
Según ha informado hoy la prensa local, el líder de la trama se encuentra en prisión preventiva.
Un caso similar
En 2011 la Policía Nacional también detuvo en Oviedo a siete personas en situación de estancia irregular en España, vinculadas a una red que se dedicaba a falsificar pasaportes de Senegal y que, posteriormente, vendía a jóvenes de esa nacionalidad para que se hicieran pasar por menores extranjeros en situación de desamparo y se beneficiasen así de las ayudas ofrecidas a ese colectivo. De esta manera, además de tener garantizadas las necesidades de ropa, comida y educación, estaban en disposición de conseguir un permiso de residencia, e incluso, cuando cumplieran la mayoría de edad, podrían tener una autorización para trabajar legalmente en España.
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