Pedro Pablo Kuczynski asume las riendas de un Perú dividido

Pedro Pablo Kuczynski asumió este jueves la jefatura de Estado del Perú bajo un ambiente de polarización en la sociedad. Llevar adelante las promesas realizadas en la campaña electoral para convertir a su país en 'la estrella' de la región será una tarea ardua.

Aunque inicia su período con un 55% de aceptación según los últimos sondeos, el nuevo presidente peruano tendrá la tarea de gobernar con un Congreso mayoritariamente en contra y con el reto de ganarse la confianza de los más humildes. Grandes sectores de la población desconfían de sus intenciones.

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Un país, dos visiones

Victorioso en una reñida contienda electoral y triunfador ante Keiko Fujimori, Kuczynski tiene ahora la responsabilidad de gobernar su país con una gran cantidad de peruanos que aún no 'compran' su idea de gobierno, marcada por su visión neoliberal y afín a las políticas del libre mercado.

Prensa Latina recuerda que el líder del partido Peruanos por el Kambio (PPK, en alusión a las iniciales del nombre del flamante presidente) tomó la palabra durante su campaña electoral a muchos sectores sociales que exigen mayor presencia y respuesta por parte del Estado, como es el caso de los mineros y los maestros.

Para los partidarios de su proyecto de gobierno, su experiencia en el mundo gerencial, económico y de roce internacional, hace tener la posibilidad de concretar un reimpulso económico al país y colocarlo en niveles de crecimiento sostenido dentro de la región.

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Además, el nuevo presidente tendrá que medir fuerzas y tender puentes a la vez con la oposición política en el Congreso, mayoritariamente fujimorista.

Fuerza Popular, agrupación liderada por la excandidata Keiko Fujimori, obtuvo 73 de los 130 escaños en el Congreso Nacional y será vital para las aspiraciones de Kuczynski de aprobar reformas sustanciales en la legislación actual y sacar adelante sus promesas de campaña.

El apoyo de la oposición tendrá un condicionante. Kuczynski tendrá que decidir un posible indulto al expresidente Alberto Fujimori, acusado de delitos de lesa humanidad y padre de la principal dirigente de Fuerza Popular.

Promesas para un futuro gobierno

Una de las principales promesas electorales de Kuczynski fue trabajar para mejorar la seguridad ciudadana, la recuperación económica e impulsar lo que llamó "Revolución Social", esfuerzo que buscará crear no solo soluciones laborales, sino traer servicios básicos y estimular la economía.

En cuanto a la recuperación del salario de los peruanos, el nuevo presidente se comprometió a elevar el ingreso integral de los más pobres, aumentar sus remuneraciones y ofrecer un mayor acceso a servicios básicos como el agua potable. Pretende garantizarla "las 24 horas", aunque aclaró que "llevará tiempo". Combatir la corrupción es uno de sus primeras promesas. Aseguró que "no dejará" que ningún funcionario de su gobierno incurra en este tipo de delitos.

Apoyo empresarial

Kuczynski inicia gobierno con el apoyo fuerte del empresariado peruano, que conoce muy bien desde sus años como gerente en distintas empresas del sector privado.

Pese a lo complicado del panorama financiero en el continente, este sector apuesta a que con la llegada de 'uno de los suyos' a la presidencia del Perú, atraerá la confianza de mayores inversionistas y los mercados internacionales, aunque no será todo fácil.

Así opina el Guillermo Arbe, gerente económico del banco ScotiaBank Perú, quien ve la elección de Kuczynski como "positiva" y valorada para el ambiente económico, aunque aclaró que no necesariamente es suficiente para una mejoría inmediata, recoge 'El Comercio'. "El cambio será paulatino", agregó. Arbe considera primordiales los primeros seis meses de este nuevo gobierno.