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Un rascacielos para ricos se hunde y se ladea de modo inquietante en San Francisco
Uno de los símbolos arquitectónicos de la época previa a la crisis financiera mundial del 2008 presenta un 'asentamiento diferenciado' mucho más allá de lo esperado, revela un diario local.
El lujoso inmueble de 58 plantas llamado 'Torre Millennium', cuyos inquilinos pagaron hasta 10 millones de dólares por cada apartamento, se está hundiendo varios centímetros al año. Así lo reveló un informe confeccionado por un servicio de geólogos independiente que cita el periódico 'The San Francisco Chronicle'.
Según una estimación inicial, el edificio debería asentarse unos 15 centímetros durante toda su vida útil. De hecho, esta cifra ha ascendido hasta los 40 centímetros en 8 años, desde que fue inaugurado en 2008, año en que se desencadenó la última crisis económica mundial. Además, la torre se ha inclinado unos 5 centímetros, un hecho que provoca rumores entre los vecinos de que viven en una réplica de la torre de Pisa.
La operadora del rascacielos culpó del proceso al consorcio municipal TPJA, que está construyendo un intercambiador de autobuses y trenes al lado del rascacielos. Pero el problema se evidenció en el 2010, cuando las citadas obras ni habían comenzado.
La Torre Millenium fue construida sobre un terreno reganado al mar durante el siglo pasado, después del gran terremoto de San Francisco. Desde el municipio creen que los cimientos "solo constaban de un bloque de cemento sostenido por pequeños pilotes que ni llegaban al lecho de roca".
Últimamente han surgido los primeros avisos: algunas grietas en el garaje subterráneo del edificio. La operadora asegura que el hundimiento no afecta significativamente al desempeño sísmico del edificio, pero un experto en ingeniería sobre terremotos de la Universidad de Stanford sí calificó el dato de "significativo e inquietante". No es que la torre corra el riesgo de derrumbarse ahora mismo, pero son previsibles ciertas molestias como los fallos en el funcionamiento de los ascensores.
Otra verdad es que la imagen de este rascacielos no es tan icónica para la segunda ciudad más grande de California, como la de su edificio más alto, Transamerica Pyramid, y del modernista Sentinel. Algunos ya hablan de demolición si los peligrosos procesos continúan.
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