El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Opinión

Los primeros barras bravas

Publicado:
Los primeros barras bravas

La expresión 'Panem et circenses' ('Pan y circo'), pronunciada por el poeta romano Juvenal, fue tomada como una máxima del emperador Nerón, que utilizó el gran anfiteatro romano construido por Vespaciano para la diversión de su pueblo, distrayéndolo así de los graves problemas internos que tenía el decadente imperio.


Así debió lucir el Coliseo romano hace casi 2000 años

Remontémonos al año 59 dC. Roma estaba aún gobernada por el Emperador Nerón. Ahora viajemos hacia el sur del Imperio, hacia dos pequeñas ciudades costaneras, Pompeya y Nocera. Los habitantes de estas ciudades se disponían a disfrutar de un apasionante día de luchas de gladiadores en el coliseo de Pompeya. Eran unos juegos organizados y pagados por un político al que habían expulsado del Senado. Igualmente, a la gente no le importaba quién organizaba el espectáculo, ustedes saben, mientras la diversión sea gratis...
Claro, siempre lo hemos escuchado y ahora con más frecuencia, que mientras haya circo el pueblo hasta se olvida del hambre y las deudas, pero mejor no me desvío y volvamos a ese día...

Los aficionados de Nocera viajaron a Pompeya para alentar a sus luchadores, como cuando ahora una hinchada o barras organizadas de fútbol viajan a un sitio donde su equipo juega de visitante. Al fin y al cabo eran ciudades cercanas y se supone que ya tenían alguna rivalidad deportiva.
No hay registros en la historia ni tampoco se detalla si estas dos ciudades tenían algún tipo de enemistad en el pasado.Lo que sí está claro, y quedó constancia de ello, es lo que sucedió después, que nos deja deducir fácilmente que el ambiente debió haber sido tan caldeado como un superclásico Boca-River o un derbi Barça-Real Madrid.


Ubicación y distancia entre Pompeya y Nocera

Bueno, el asunto es que ese día ambas hinchadas se comportaron como unos verdaderos 'hooligans' o barras bravas actuales, y de los testimonios hallados se desprende claramente que la rivalidad era enconada.
Aquí tenemos la fuente original, un fragmento de las 'Crónicas de Cornelio Tácito' que nos narra este triste episodio:

"Por el mismo tiempo y a partir de una disputa sin importancia se produjo una terrible matanza entre colonos de Nocera y de Pompeya en el transcurso de unos juegos ofrecidos por Livineyo Régulo, de cuya expulsión del Senado ya di cuenta; pues, con la licencia propia de las ciudades pequeñas, empezaron por lanzarse denuestos, luego piedras, y al cabo tomaron las armas, saliéndose con la mejor parte la plebe de Pompeya, donde se celebraba el espectáculo. El caso es que muchos de los de Nocera fueron llevados a la ciudad con el cuerpo lleno de mutilaciones, en tanto que la mayoría lloraba la muerte de hijos o padres. El príncipe {Nerón} delegó en el Senado el juicio sobre el asunto, y el Senado en los cónsules; pero el tema volvió de nuevo al Senado y se prohibió por diez años a los de Pompeya aquella clase de reuniones, y se disolvieron los colegios que habían constituido ilegalmente; Livineyo y los otros que habían provocado la sedición fueron castigados con el exilio".

Anales (XIV, XVII) de Publio Cornelio Tácito


Es difícil especular lo que sucedió después, y de hecho ésta fue una gran interrogante de los historiadores durante mucho tiempo porque no había más crónicas ni registros al respecto. Pero recientemente se hizo un hallazgo importante que puede en parte ayudarnos a imaginar lo que sucedió.

En las ruinas de Pompeya, en algunas casas aún quedaban restos pictóricos y en una de ellas se descubrió un fresco que coincide con las fechas del evento narrado y reproduce una dantesca escena, y quien sea que lo haya pintado no escatimó en detalles.


Pintura encontrada en Pompeya

En la pintura podemos ver el coliseo con sus imponentes rampas de acceso, las luchas de los gladiadores en la arena, incluso se aprecian detalles de la ciudad que los arqueólogos han podido confirmar como, por ejemplo, la disposición de las murallas.

Lo curioso es que este fresco reproduce también escenas de los disturbios de los que nos hablaba Tácito, las peleas en las gradas, el relajo en las calles de la ciudad con muertos y heridos, y el caos en los alrededores del coliseo. Es un testimonio pictórico -casi periodístico- de aquella fatídica jornada.

Ahora, el enigma es saber quién pudo ser el autor de ese fresco, porque para darte el trabajo de pintar un mural así en tu casa debes ser un fanático a muerte de tu equipo. Seguramente lo hizo alguien orgulloso de que aquel día los pompeyanos les hubieran dado una paliza a los de Nocera, es decir, alguien que pensara "los de Pompeya somos mejores y ganamos!"... ¿no les resulta familiar?

Bueno, y se nota que después de dos mil años no hemos evolucionado nada en este aspecto, porque sucesos como este son aún hoy relativamente frecuentes, tanto en Sudamérica como en Europa, pero los gladiadores ahora son once por equipo y corren tras un balón. Da pena ver cómo algunos estadios han acabado convirtiéndose en auténticos campos de batalla en los que se ha tenido que lamentar la muerte de aficionados.

Un blog de actualidad, historia y curiosidades desde la Mitad del Mundo, Ecuador creado por el autor de Sentado frente al Mundo .

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

comentarios
RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7