España: Una concejal de la CUP cuenta cómo fue agredida sexualmente

La concejala del partido independentista catalán CUP, María Rovira, presentó el pasado 1 de Septiembre una denuncia ante los Mossos d'Escuadra (el cuerpo local de policía). Lo cuenta ella misma en un artículo, escrito en catalán y publicado en su blog. 

"No lo escuché, creo que ni siquiera me vio la cara. Yo iba hablando por Whatsapp, me cogió y me empezó a tocar los genitales", relata Maria Rovira. Según ha denunciado, su agresor fue "un hombre de unos 30 años, de 1,75 m de altura, que vestía pantalones cortos, camiseta blanca y una mochila negra", que, tal como ella misma detalla en su escrito, "me sorprendió por detrás y me inmovilizó". "Cuando lo pienso -continúa Rovira-, me pareció que eran cinco minutos, pero quizás fueran menos. Se me hizo muy largo". Y añade: "Tras los hechos, "estaba temblando, y rápidamente fui consciente de que había sufrido una agresión sexual". 

Apoyo institucional

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha mostrado en Twitter su apoyo a la concejal y le ha agradecido que haya denunciado públicamente los hechos: "Ánimo y apoyo a Maria Rovira. Gracias por hacer denuncia pública, entre todas tenemos que visibilizarlo para acabar con la impunidad", escribió en un tuit. 

Sin embargo, La concejal considera que las instituciones, también las municipales, podrían esforzarse mucho más para combatir las agresiones machistas, por ejemplo reconociendo "la necesidad de grupos feministas combativos".

Decepción por la actuación policial

Capítulo aparte merecen las consideraciones de María Rovira sobre la actuación policial que siguió a su denuncia. No sólo por la decepción personal que expresan, sino porque implican una reflexión sobre la percepción de las agresiones sexuales en la sociedad de hoy. 

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"Lo primero que me dijeron -prefiero pensar que contradiciendo sus propios protocolos- es que 'estas cosas pasan, que son personas que no están bien de la cabeza'", relata Rovira, que considera que se trata de un "discurso exculpatorio", lo cual "me encendió de rabia y les respondí que lo que había sufrido era una agresión machista y que no pasaba porque sí". 

Además, le sorprendió que uno de los agentes le preguntara si el agresor le intentó robar "porque entonces podríamos poner que es un intento de hurto con violencia y sería un delito más grave", tal como reproduce María en su artículo, en el que también  explica sus sentimientos al respecto:"yo me quedo estupefacta por el hecho de que la pena sea superior cuando se sustrae un objeto inanimado que cuando se ataca el cuerpo de una mujer, con las consecuencias psicológicas y físicas que se pueden derivar. Y porque se me sugiera que el delito que han cometido contra mi intimidad no es lo suficientemente grave".