Ex presidente de Brasil acusado de corrupción en el caso Petrobras
Presidente entre 1990 y 1992, Fernando Collor de Mello debió abandonar su cargo acusado de corrupción. A diferencia de lo que pasó con Dilma Rousseff el Congreso brasileño no llegó a destituirlo ya que renunció antes. No obstante, los parlamentarios lo inhabilitaron para ejercer cargos políticos durante ocho años.
Transcurrido ese tiempo, Collor de Mello volvió a la política y en 2007 asumió como senador. Desde su banca votó a favor del 'impeachment' a Dilma Rousseff, aunque rechazó inhabilitarla como hicieron con él.
Ahora se ve nuevamente involucrado en casos de corrupción ya que la Procuraduría General de la República (PGR) anunció que lo está investigando por la causa de coimas relacionadas con la petrolera estatal Petrobras. La acusación es por 376 delitos de lavado de dinero, 30 de aceptar sobornos y 48 por peculado.
Una estafa de 9 millones de dólares
"Por lo menos, entre 2010 y 2014, más de 29 millones de reales (equivalente a 9,2 millones de dólares) en sobornos fueron pagados al senador", detalló la fiscalía. Este dinero era parte de un circuito de operaciones relacionado con BR Distribuidora una subsidiaria de Petrobras.
La PGR también aseguró que Collor de Mello, de 66 años, era el líder de un "grupo criminal integrado por funcionarios públicos, tanto del Senado como de la Policía Federal y de BR Distribuidora".
El fiscal general Rodrigo Janot comentó que la investigación también involucra a la esposa del senador, Caroline Collor de Mello. Asimismo solicitó el desafuero del ex presidente y una reparación de 154 millones de reales.
Más funcionarios acusados
En sintonía con la acusación contra Collor de Mello, varios políticos que apoyaron el golpe de Estado contra Dilma Rousseff se están viendo involucrados en distintas causas judiciales. Esta semana fue arrestado el ex presidente de la Cámara de Diputados y principal impulsor del 'impeachment', Eduardo Cunha.
Por otra parte, este viernes también fue allanado el Senado de Brasil y se detuvo a cuatro policías acusados de proteger a senadores involucrados en causas de corrupción. Ricardo Carvalho, jefe de los agentes que resguardan la seguridad de la cámara alta, fue trasladado a declarar sobre la situación de sus subalternos.
Según la fiscalía, los policías habrían trabajado para detectar los teléfonos pinchados -autorizado en secreto por el Supremo Tribunal Federal- de los senadores investigados.
Pedro Carrano, militante del Frente Brasil Popular, destaca que el ejecutivo de Michel Temer no tiene en cuenta la opinión ciudadana a la hora de emprender reformas.