Argentina busca volver a ser 'el país de la carne'

En 2005, Argentina era el quinto exportador mundial de carne vacuna, con el 10 % de las ventas globales, mientras que hoy en día ocupa el 11.º lugar, con apenas el 2 % del mercado. En este proceso, el país pasó de tener 6,6 millones de novillos en marzo de 2006 a 2,8 millones 10 años después.

Este retroceso se debió a varios factores, que tanto el Gobierno de Mauricio Macri como el sector empresarial tratan de revertir. En su opinión, los ejes principales para intentar aumentar la producción son la eliminación de los controles para la exportación y la búsqueda de nuevos mercados.

Del ganado extensivo al 'feedlot'

El mercado de la carne en Argentina "cambió mucho en los últimos 10 años por una serie de factores que fueron transformándolo", según explicó a RT Rolando García, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Este investigador especializado en el mercado agropecuario argentino comentó que se produjo "una transformación de la producción ganadera extensiva en una mayoritariamente intensiva, concentrada en los corrales de engorde o 'feedlots'", sobre todo "en la zona más ganadera del país: la cuenca del Salado, en la provincia de Buenos Aires".

Asimismo, el proceso se potenció por el avance de la frontera de la soja y otros cultivos, que "concentró este tipo de producción de carne vacuna", mientras que los gobiernos "de Néstor y Cristina Kirchner" lo subvencionaron "para compensar las pérdidas que podía generar el avance de la agricultura en el 'stock' ganadero".

Las exportaciones y las reacciones del sector

De manera paralela a esos subsidios se llevó a cabo "un virtual cierre de las exportaciones de carne", apuntó Rolando García, quien consideró que "durante todo el período kirchnerista hubo una política errática".

La herramienta oficial para regular los permisos de los productores que buscaban vender fuera del país fueron los Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que "muy cuestionados por el sector", pero "es la forma que tuvo el Gobierno de moderar la exportación" para evitar que se volcara "la producción cárnica al mercado externo" y evitar que la carne se volviera "muy cara", explicó este especialista.

El problema es que "la respuesta del sector fue producir menos carne", por lo que "no sólo no se pudo frenar el aumento de los precios, sino que Argentina fue perdiendo mercados externos".

Cambios moderados

En 2015 tuvieron lugar tres factores que permitieron iniciar un tenue proceso de recuperación. Por un lado, la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló a favor de Argentina contra las medidas impuestas por Estados Unidos para prohibir la importación de carne vacuna argentina refrigerada o congelada. Eso permitió que se abrieran otros mercados que seguían la misma política, como el canadiense.

Rolando García destaca que otro aspecto tuvo que ver con "la caída de los precios de las 'commodities'", con lo cual "volvió a ser negocio producir carne, incluso en las condiciones mencionadas". Finalmente, la subida al poder de Macri provocó que las nuevas autoridades eliminaran "las distintas formas de control de la exportación".

En un primer momento aumentó mucho el precio de la carne, pero después se mantuvo "por la expectativa de apertura de mercados", puntualizó García, quien añadió que "se espera una revitalización del mercado", en la medida en que "hay expectativa de que crezcan las exportaciones".

Una producción exclusiva

Diversos ganaderos argentinos están volviendo a la cría extensiva y "orgánica" para revitalizar el mercado de carne vacuna, indica la BBC. Sin embargo, esa no parece ser la tendencia predominante.

"No creo que haya una vuelta a la producción orgánica", aseguró Rolando García, quién explicó que esa terminología es incorrecta, debido a que los pastos no están necesariamente libres de agrotóxicos. "Hoy, el productor puede criar en un 'feedlot' y dedicar un campo al trigo o la soja, que es lo que se hace normalmente", motivo por el cual "se achicó el espacio de la carne", insistió.

Finalmente, este especialista recordó que "siempre hubo un mercado de carne pastada", fruto de "animales criados de manera extensiva y más selecto", cuyos productos se vendían "a exclusivos restaurantes europeos o norteamericanos".

Santiago Mayor