Los esturiones rusos, en peligro por la pesca ilegal
Los esturiones, famosos por su caviar negro -uno de los principales manjares rusos-, están en peligro de extinción en el país. A pesar de los esfuerzos de los científicos en las fábricas que crían estos peces, la amenaza de los pescadores ilegales sigue vigente.
En los últimos 20 años, el número de esturiones en Rusia ha caído de forma dramática, casi hasta su extinción. Las piscifactorías especiales se han convertido en el mejor aliado para que esta especie no pase a los anales de la historia del reino animal. En los laboratorios de la ciudad de Astracán (ubicada junto al mar Caspio), con subsidio del gobierno, se trabaja con la genética de estos peces milenarios. El objetivo es reproducir de forma más rápida la especie.
“Si no hubiera científicos ni piscicultores, los esturiones ya se habrían extinguido y sólo podríamos verlos en algún acuario. En realidad, lo que está pasando es una catástrofe”, cuentaMijaíl Egórov, científico de la Universidad Estatal de Astracán.
El tiempo no juega a favor de esta especie, ni tampoco su forma de reproducirse. Las hembras esturiones no desovan hasta cumplir los 10 años. En las piscifactorías, son cuidados durante los primeros meses y luego, muchos de los peces pasan a su hábitat natural, dondeles esperan los habituales desafíos de la naturaleza, y también los pescadores ilegales.
A pesar de que el Gobierno ruso prohibió en 2002 la pesca del esturión, todos los meses decenas de personas son capturadas con envases llenos de caviar negro. Los policías dicen que dentro de la pesca ilegal se mueve gran cantidad de dinero y sus embarcaciones están muy preparadas. “Para detener estos barcos utilizamos armas. Primero, disparamos al motor y así detenemos la embarcación”, dice Vladímir Gatsenbiler, coronel de la policía.
En los últimos años, los precios del caviar se han disparado en el mercado negro. Un kilo puede costar unos 22.000 dólares en el delta del Mar Caspio. Cuando se transporta a las grandes ciudades, el precio llega a duplicarse. “Las fábricas producen legalmente de 7 a 12 toneladas de caviar negro al año. No obstante, en el mercado hay alrededor de 200 toneladas. Eso significa que sólo un 5 o 6% es legal”, señala el analista Georgi Ruban.
Sin embargo, algunos expertos que trabajan diariamente en la piscifactoría, aseguran que el problema no está sólo en los contrabandistas, sino que tiene raíces más profundas. “El problema es la corrupción al más alto nivel. La gran dificultad es que se ha creado un sistema para asegurar que aquellos que infringen la ley no paguen por ello”, explicaNina Bychkova, Directora adjunta del Instituto de Investigación Caspio.
Paradójicamente, y a pesar de ser uno de los símbolos de la nación, al día de hoy Rusia importa caviar. Sin embargo, en los próximos años, el país prevé volver a retomar las exportaciones, siempre y cuando el esturión gane el pulso de su supervivencia.