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El frío extremo del Oriente Lejano de Rusia no es un obstáculo para la población local
Las bajas temperaturas azotan Europa y la ola de frío no remite. Una anomalía climática se está observando en varios rincones del continente: desde Grecia y Turquía hasta Italia. En Serbia, en la región de Kosovo, los habitantes tuvieron que adaptarse a una realidad nueva al registrarse hasta 22 grados bajo cero.
En algunos rincones de Rusia, el frío extremo no es motivo para dejar de disfrutar del invierno. Los habitantes de su parte más oriental saben afrontar con normalidad las adversidades climáticas y siguen practicando sus actividades de siempre. Montar en bicicleta y lanzarse por las montañitas de nieve montadas en la ciudad son algunas de sus aficiones.
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