Racimo de incidentes en la ONU, ahora pelea de los diplomáticos africanos

Desgraciadamente cada vez mayor relevancia cobra el 'protagonismo' de los 'luchadores por la paz' en la ONU.

En la reciente cumbre de la Asamblea General tuvo lugar otro incidente desagradable. Varios diplomáticos africanos se liaron a puñetazos cerca de la sede de la ONU en Nueva York. La policía local tuvo que intervenir, tratando de separar a los enardecidos 'enviados plenipotenciarios' de otro continente.

Según comunica la agencia RIA Novosti, en el combate cuerpo a cuerpo participaron representantes de la delegación de Sudán que habían acudido a un lujoso hotel neoyorkino para celebrar una reunión de trabajo con sus homólogos iraníes.

Pero antes de entrar en el hotel los guardias estadounidenses pidieron a los distinguidos huéspedes pasar uno por uno a través del detector de metales. Los políticos africanos no pudieron ponerse de acuerdo sobre el orden en que debían someterse a esta rutinaria prueba. Las fuerzas de seguridad precisaron que ninguno de los 30 diplomáticos que llegaron a la cita, por razones que se ignoran hasta el momento, no querían ser los primeros en pasar. Acto seguido los huéspedes empezaron a insultarse, lo que provocó entre ellos una bronca acompañada por golpes de boxeo.

Dos de los participantes de la 'lucha' fueron detenidos por agentes de seguridad. Pero en cuanto los ‘guardianes de la ley’ obtuvieron la confirmación de su alto status diplomático, les dejaron en libertad. La única víctima del incidente fue un policía, herido en el pulgar de la mano.

Hace unos días también ha armado mucho alboroto el caso del cruel asesinato de César Mercado, joven político de Nicaragua, cuyo cadáver ensangrentado fue hallado el 23 de septiembre por el chófer que debía llevarlo a su oficina en la sede de las Naciones Unidas.

Una amplia resonancia también ha adquirido el discurso pronunciado el jueves 23 de septiembre por el mandatario iraní Mahmud Ahmadineyad que volvió a acusar a EE. UU. de estar involucrado en los atentados del 11 de septiembre de 2001 que sirvieron de pretexto para iniciar una feroz guerra contra el terrorismo. El alto representante iraní exhortó desde la tribuna de la ONU a crear una comisión especial para que investigue todos los hechos en torno al 11 de septiembre. Indignados y en señal de protesta la delegación de EE. UU. y de los 27 países de la Unión Europea abandonaron la sala de conferencias.

En este sentido, es destacable que el propio Ahmadineyad, a su llegada a Teherán, protagonizó un nuevo capítulo de su particular visión del mundo al rectificarse de sus declaraciones y desdecirse en las acusaciones que hacia Estados Unidos e Israel lanzó con la Asamblea General de la ONU como escenario. El mandatario aseguró que en lo que a la cuestión nueclear iraní se refiere, "Aún estamos listos para hablar".

Es curioso que el jefe de la Casa Blanca también ha tenido un pequeño ‘percance’ debido al cual por primera vez en muchos años llegó tarde para su propio discurso en la ONU, por lo que los organizadores tuvieron que improvisar cambios en el orden de oradores ante la Asamblea General.