El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Actualidad

La historia del 'Rambo' de Venezuela

Publicado:
Un hombre burló durante seis meses a los grupos élite de fuerzas militares y cuerpos de inteligencia, escondiéndose entre rocas, riachuelos y las montañas de los andes venezolanos.
La historia del  'Rambo' de Venezuela

Justo cuando 'El hijo desobediente' (conocida ranchera mexicana) terminaba de sonar, una voz seca paralizó al bar El Bucaral, del pueblo de Carache.

-¡Vicentico!

Eso sería lo último que Vicente Martorelli escuchó en vida, porque inmediatamente después el Zurdo, que avanzaba hacia él, le descargó las seis balas del revólver calibre 38 que llevaba en la mano izquierda, lo enfundó con destreza de 'cowboy' y lo remató con tres tiros de escopeta.

Sin detener sus pasos llegó hasta el cuerpo tendido sobre la mesa de billar y le quitó una pistola que la víctima cargaba en la cintura.

El Zurdo, que llegó al bar arrastrándose por la parte más baja de la corriente del río Minumbó, en cuya margen derecha está el bar, logró sorprender a Martorelli sin sus escoltas. Luego de liquidarlo, se volteó sin prisa, miró a los ojos a cuatro inmóviles jugadores de billar, tomó de la cantina una botella de aguardiente y se fue montando una bicicleta.

Se dirigió por la misma calle a otro bar llamado El Cofrey, que, a pesar de estar ubicado a 50 metros de un puesto de la Guardia Nacional, era conocido por ser un sitio donde los hombres del pueblo se jugaban hasta sus viviendas en vueltas de dados y, justo allí, el Zurdo baleó al abogado de Vicente Martorelli.

Afuera de El Cofrey se bebió un trago largo de aguardiente, dejó la bicicleta y se fue rumbo a la montaña Mupí.

Esa noche de enero de 1991 se iniciaba una persecución policial que transformaría a un hombre en leyenda, al Zurdo en 'Rambo'.

El escenario

Carache es un pueblo de montaña fundado en 1.548 y está ubicado en el estado Trujillo, a más 700 kilómetros de Caracas, en la zona andina de Venezuela.

Tiene poco más de 29.000 habitantes y un clima anual de 15 grados, lo que, junto a sus hermosos paisajes, lo convirtieron en un destino para visitantes propios y extranjeros.

La economía del pueblo se basa en el turismo y la agricultura, por lo que buena parte de sus pobladores son campesinos.

En esos parajes, Luis Alberto Rodríguez, a quien todos llamaban 'el Zurdo' por su habilidad con la mano izquierda, padecerá una injusticia que lo impulsó a tomarse la justicia por mano propia, pero de manera espectacular.

La fiesta

El 27 de julio de 1989 había un 'templete' (una gran fiesta) por la graduación de los estudiantes de secundaria del liceo Juan Antonio Román Valecillos.

En el sitio donde se realizaba el baile, le disparan mortalmente a Domingo Rodríguez, hermano del Zurdo.

Acusado un vigilante como el asesino, la familia Martorelli (dueños de una empresa constructora y los más influyentes del lugar) se libró del problema judicial que apuntaba a Vicentico como autor material y la familia Rodríguez, por su parte, aunque dolida por la muerte de Domingo, no presentó querella en los tribunales.

Luis Alberto recién volvía al pueblo tras cumplir el servicio militar en Caracas y venía acompañado por la fama de haber sido entrenado como francotirador.

Coincidentemente, ocurre un atentado contra Vicentico Martorelli, hijo mayor y heredero de la fortuna familiar y, aunque nadie vio al Zurdo en aquella oscura noche, fue señalado como responsable.

En Carache, tan lejos de la metrópolis, es normal que los ricos porten armas en sus cinturas y que amenacen a sus enemigos con una frase que muchos ya han oído: "Yo te puedo hundir".

Testigos falsos y el juez del pueblo (compadre de Martorelli) se complotaron y el Zurdo fue sentenciado a prisión en la Cárcel Nacional de Trujillo, conocida como 'La Amarilla'.

En cinco meses de presidio sin una causa legal, prueba de la influencia del Italiano, como se conocía a Vicente Martorelli, Luis Alberto conocerá las torturas más brutales y hasta reiteradas violaciones.

Detrás de esas rejas, el hombre de apenas 28 años se juró a sí mismo vengar a su hermano y acabar con aquellos que lo encerraron injustamente.

El fantasma

La noche que Luis Alberto huyó a las montañas después de liquidar a dos de sus enemigos, fue buscado por los policías del pueblo que, cuatro horas más tarde, desistieron de las tareas de rastreo.

El Zurdo entraba y salía de Carache como un fantasma. Mientras, el viejo Martorelli volvió su casa una fortaleza con guardaespaldas y policías que veían apariciones del Zurdo y disparaban al aire a cada rato.

La lista mortal del Zurdo tenía seis nombres y rápidamente eliminó al tercero, un hombre de apellido Yépez, señalado como falso testigo en su acusación.

Superados los uniformados locales por la habilidad de aquel combatiente solitario, intervino la policía del estado Trujillo y, esta a su vez, pidió ayuda de la Guardia Nacional.

Una noche el Zurdo apareció vistiendo ropa militar y entonces se inició una balacera con 15 policías. No hirió a ninguno y volvió a esfumarse habiendo logrado su objetivo: quitarle el sueño a sus enemigos.

En el pueblo ya se comentaba que lo del Zurdo era un enfrentamiento contra los poderosos.

A los pocos días, la paz de Carache se vería alterada nuevamente cuando arribó con gran espectacularidad un grupo comando de acciones especiales del organismo de Inteligencia, soldados del Ejército y efectivos de la Policía Técnica Judicial, que tenían la misión de capturar a Luis Alberto Rodríguez.

Durante seis meses, los 'expertos' enviados desde Caracas seguían desorientados.

El poeta Elí Briceño tenía 16 años en 1991 y recién terminaba la secundaria en Carache "cuando ocurrió lo del Zurdo", relató a RT.

Los buscaban en el pueblo y las montañas, pero no estaba por ninguna parte, "a veces pasaban las patrullas por un puente, de camino hacia algún caserío cercano, y el Zurdo estaba debajo, durmiendo en una hamaca. Hacía apariciones y volvía a esconderse".

Poderes mágicos

Los grupos élite de los cuerpos de Inteligencia estaban al borde del agotamiento.

Además, "habían caído en la tentación de creer en los poderes mágicos que la gente del pueblo le adjudicaba al Zurdo. La gente decía que él se convertía en cachicamo [armadillo], o en gato".

Y se comentaba aquello con tanta convicción que el poeta Briceño recuerda que una noche, "desorientados por las creencias populares, los militares le dispararon una ráfaga de ametralladora a una vaca, creyendo que se trataba del Zurdo".

Por esos días, el comando conjunto de fuerzas policiales llegó al límite de asignarle una escolta policial a la bruja del pueblo "porque ella les aseguraba que podía saber la ubicación del Zurdo mirando una taza con agua. Y los policías decían públicamente que la bruja era clave para encontrar a Luis Alberto".

Emboscada final

Aunque no serían los poderes de la bruja, sino una delación, lo que los condujo, la mañana del 19 de junio de 1991, al sitio donde estaba Luis Alberto, ya bautizado por la prensa como 'El Rambo de Carache'.

Él había salido de su escondite para visitar a una tía que vivía en la zona rural de Mucumbay, a las afueras de Carache. Allí comía en ocasiones y dormía un rato sobre un buen colchón.

Esa mañana, fue emboscado por una fuerza tremendamente superior, pero el Zurdo se defendió hasta con las uñas.

En medio de una lluvia de balas es herido en una pierna, y toma la decisión de descender por un barranco donde finalmente es alcanzado por sus perseguidores que, por primera vez en seis meses, logran ver al esquivo 'Rambo'.

En Carache se comenta que las fuerzas policiales los capturaron con vida y que esperaron la llegada del viejo Martorelli para que lo ultimara.

El reporte policial dirá que el Zurdo cayó en un "enfrentamiento", pero un mes más tarde, Provea, una organización de Derechos Humanos, pondrá en tela de juicio la veracidad de esa información.

"El cuerpo presentaba no solo varios disparos, sino también fracturas, una de ellas a la altura de tercera vértebra cervical; además, el cuerpo aparece a kilómetro y medio del lugar donde se produce el 'enfrentamiento'. Estos hechos hacen presumir que la muerte del Zurdo se produjo de forma diferente a la indicada por las versiones oficiales".

Una multitud

La leyenda de inmortalidad del 'Rambo' carachero aumentó el mismo día de su muerte porque su madre, doña Regina Rodríguez, se negó a recibir el cuerpo alegando que "ese no era su hijo", recuerda el poeta Briceño.

Otras personas aseguraban haberlo visto, minutos antes, en otra zona del poblado.

Finalmente, una multitud de más de cuatro mil personas, del pueblo y otros caseríos vecinos, trasladaron en procesión el ataúd de un hombre considerado como un héroe popular.

"Había banderas, afiches de Simón Bolívar, canciones de Alí Primera. La gente lo veía como un pobre que se enfrentó a los poderosos. Fue tan grande la multitud que ese día no hubo ni un solo policía, ninguna autoridad se vio en las calles… les dio miedo. Después de eso, los Martorelli abandonaron Carache", contó Briceño.

Aún hoy, 26 años después, cuando en Carache ven a una persona abusando de su posición económica, la gente comenta:

Ese anda buscando que le salga un Zurdo!

Al mes de haber enterrado el cuerpo de Luis Alberto, los campesinos de Carache comenzaron a recolectar dinero para encargar una estatua del 'Rambo', pero dejaron de pedir colaboraciones porque la muchacha responsable de contar el dinero aseguró que lo vio caminando por una calle del pueblo.

 

Ernesto J. Navarro

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7