Habla la mexicana refugiada en iglesia de EE.UU., una de las personas más influyentes del mundo

Refugiada en una iglesia desde mediados del mes de febrero, una activista por los derechos de los migrantes y empresaria de origen mexicano madre de cuatro hijos se ha convertido en el símbolo del drama y la resistencia de miles de personas en EE.UU.

Jeanette Vizguerra ha sido elegida por la revista 'Time' como una de las cien personas más influyentes del mundo. Su nombre contrasta fuertemente con otros de la lista, como los de Ivanka y Donald Trump, el principal responsable del endurecimiento de la política antiinmigrante de aquel país.

La historia de esta mujer es parecida a la de miles de migrantes latinoamericanos en EE.UU.. Llegó a Denver hace dos décadas. Ahora lleva ocho años temiendo ser deportada, pues en 2009 fue detenida porque las placas de su automóvil estaban vencidas y los agentes se dieron cuenta que tenía un número falso de seguridad social. Sin embargo, logró quedarse en EE.UU. legalmente gracias a un recurso. Después de eso, tuvo que regresar a México para acompañar a su madre en sus últimos días, aunque desgraciadamente no alcanzó a tiempo. De regreso, fue detenida por una patrulla fronteriza, aunque logró reingresar después de forma regular al país.

Vizguerra se mantuvo renovando su permiso por varios años hasta que a mediados del mes de febrero el servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) le negó la extensión de su suspensión de deportación. Fue entonces cuando Vizguerra optó por pedir refugio en la Primera Iglesia Unitaria de Denver y hacer público su caso.

El mes pasado, Vizguerra publicó un artículo de opinión en el 'New York Times' titulado 'Por qué no me voy', donde explica su decisión: "Busqué refugio en la iglesia porque, como millones de otros inmigrantes, mi futuro en este país se ha puesto en duda."

Vizguerra es madre de tres hijos nacidos en EE.UU. y de una hija nacida en México. En una entrevista para 'Democracy Now!', Vizguerra destaca que lleva dos décadas pagando impuestos, algo de lo que Donald Trump, según ella, no puede presumir. Si ya desde antes era reconocida por su labor en defensa de los derechos de los migrantes, su delicada situación y sus palabras en los medios tuvieron un gran eco en el país norteamericano. La campaña de apoyo #JeanetteBelongsHere ha tenido una respuesta a lo largo de todo EE.UU., y es común ver manifestaciones de apoyo afuera de la iglesia y protestas ante la oficina de Inmigración y Control de Aduanas en Denver.

El sueño americano, roto

Esta polémica vuelve a demostrar que la retórica antiinmigrante de Trump no es recibida con pasividad por parte de muchos miembros de la sociedad estadounidense.

Desde que el magnate asumió la presidencia, muchas ciudades, negocios, centros religiosos, domicilios y universidades se declararon como 'santuarios' donde los migrantes sin papeles podrían ser recibidos sin miedo a ser cuestionados sobre su estatus legal.

Vizguerra ha dicho que no saldrá de la iglesia a menos que sea con unos documentos que digan que puede quedarse a vivir legalmente en el país norteamericano.

"Se demostró que él [Donald Trump] y yo estamos en el mismo nivel".
Jeanette Vizguerra

Como ya se ha dicho antes, el caso de Vizguerra representa el de miles de personas más: 'dreamers', madres de hijos estadounidenses y hasta votantes de Trump han sido capturados y deportados en los últimos meses.

De acuerdo con el perfil que la actriz y activista America Ferrera escribió en 'Time' sobre Vizguerra: "Ella vino a este país no para violar, asesinar o vender drogas, sino para crear una mejor vida para su familia. Ha derramado sangre, sudor y lágrimas para tener su negocio, luchando para dar a sus hijos más oportunidades. Esto no es un crimen. Es el sueño americano".