¡Una locura! Así celebró el Spartak la obtención del campeonato ruso
Eran las 6 de la tarde, y los jugadores y el cuerpo técnico del Spartak de Moscú se subían al avión de camino a la capital rusa. No era un viaje cualquiera. Hacía solo unas horas, y tras 16 años sedientos de títulos ligueros, el Spartak conseguía romper esa mala racha. Se proclamaban campeones de la liga de fútbol y ajustaban cuentas con su destino. Pero los jugadores del equipo moscovita tenían otra deuda pendiente que resolver.
El preparador físico del club, el español Javier Noya, era el próximo objetivo. Antes de comenzar el torneo, Noya hizo una promesa a los jugadores que no quedó en el olvido: "Si ganamos la liga, me rapáis el pelo". Diez meses después y con la satisfacción de haber hecho los deberes, los jugadores estaban esperándolo dentro del avión con las maquinillas de afeitar.
"Cuando empezó el vuelo el ambiente estaba tranquilo. De repente vi a los jugadores que se acercaban a mí y comenzó la locura. Todo el mundo saltando, gritando, grabando videos con su teléfono y las botellas de agua y de champán volaban por el avión. Mientras tanto, me cortaban el pelo. La euforia que había en ese momento dentro del avión no la viví jamás".
Mirando atrás, Javier recuerda cuando en la pretemporada lanzó su apuesta. "No veía nada fácil ganar la liga. Todos los años éramos aspirantes a campeón pero nunca se cumplía. Al final de la temporada, el equipo se deshinchaba, y tiré al aire esa apuesta para picarles un poco".
En medio del vuelo, entre cánticos y risas, muchos de los jugadores rusos mostraban su satisfacción al ver cómo Noya se quedaba literalmente calvo. La superstición indica que si no se cumple la promesa, al año siguiente los resultados serán muy malos. El preparador físico, también consciente de ello, se puso en manos de los improvisados peluqueros.
"Llevaba 7 años persiguiendo ese sueño: ganar la liga rusa con el Spartak. Me decía a mí mismo: 'yo no me voy de aquí hasta que la ganemos'. Ahora tengo una gran sensación de alivio y euforia" concluye Noya.