El tanque ruso T-14 Armata provoca que los medios antitanque de la OTAN resulten ineficaces
Los sistemas de defensa activa del avanzado tanque ruso T-14 Armata ya han causado que algunos países de la OTAN cambien su política de adquisiciones de material bélico con vistas a reemplazar muchos de sus sistemas antitanque, informa la cadena BBC.
El motivo es que los sistemas de protección activa Afganit (APS, según sus siglas en inglés) que se montan en esos vehículos rusos prácticamente reducen a cero las amenazas que provocan los proyectiles de carga hueca que, hasta hace poco tiempo, eran el principal medio antitanque de la infantería.
Este avance técnico de Rusia ha provocado que la nueva generación de sistemas antitanque portátiles representada por proyectiles guiados —entre ellos, los misiles Javelin suministrados por Estados Unidos a sus aliados de la OTAN— sea prácticamente inútil, según ha advertido Ben Barry, integrante del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres (Reino Unido).
Un problema real
A pesar de que se trata de un problema que afrontan la mayoría de los países que integran esa alianza atlántica y que algunos realizan investigaciones y ensayos para equipar sus propios tanques con APS, Barry sugiere que muchos ejércitos occidentales no han contemplado este peligro de manera real y "parece que hacen caso omiso de las consecuencias incómodas para sus propias capacidades antiblindaje".
En el caso concreto del Ejército de Noruega, su último plan de adquisiciones de defensa prevé emplear entre 24 y 42 millones de dólares para reemplazar sus misiles Javelin, con el fin de "mantener su capacidad para luchar contra vehículos blindados pesados".
El sistema de protección activa Afganit es capaz tanto de desviar como de destruir físicamente misiles antitanque guiados. Sus cuatro antenas de barrido electrónico detectan los proyectiles enemigos que se acercan al tanque, calculan su trayectoria y activan distintos subsistemas de interferencias y antimisiles.