El G-20 trata de resolver lo irresoluble
Los líderes de las 20 economías más poderosas del planeta iniciaron en Seúl la cumbre del G-20, destinada a corregir los desequilibrios cambiarios que impactan la estabilidad económica del mundo.
La quinta cumbre de potencias industrializadas y emergentes se abrió con una cena oficial ofrecida por el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, en el Museo Nacional de Corea del Sur, y concluirá el viernes por la tarde.
El impedimento principal en leal G-20 fue guerras cambiarias. "Nadie debe buscar el crecimiento a expensas de los demás", dijo en la apertura de la cumbre el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, agregando que "esto llevaría a una carrera hacia el fondo y no se puede permitir". Pero a juzgar por algunas conductas de los países integrantes del G-20 la resolución del problema no sería un proceso rápido.
El debate sobre las intervenciones para depreciar las monedas e impulsar las exportaciones propias se agravó aún más tras la decisión tomada por la Reserva Federal estadounidense de inyectar 600.000 millones de dólares en el circuito financiero. La medida ha provocado una repercusión negativa de China, Alemania y Brasil porque debilita la cotización del dólar.
"Rusia no sufre seriamente por la política de EE. UU. y por la política de China", subrayó el vicepresidente del Gobierno y ministro de Finanzas de Rusia, Alexéi Kudrin. "Siempre buscamos el consenso con los socios del G-20", agregó.
En su entrevista al canal televisivo Russia Today, Alexéi Kudrin también comunicó que las demás cuestiones de la polémica "están relacionadas con la reforma del Fondo Monetario Internacional, la regulación de los mercados financieros, el programa de desarrollo y el apoyo al negocio".
En la cumbre del G-20 en Seúl se prevé que se llegue a un acuerdo sobre la necesidad de avanzar hacia la flexibilidad de los tipos de cambio de las divisas. Sin embargo, en la actual cumbre no se tomará la decisión. Se planea dar comienzo a la 'Hoja de Ruta', comunicó a los periodistas el vicepresidente del Gobierno y ministro de Finanzas de Rusia, Alexéi Kudrin.
Los asistentes a esta cumbre tienen previsto elaborar un total de 49 recomendaciones para su posterior estudio por parte de los líderes del G-20. Se espera que esos documentos incluyan un llamamiento para la fijación de estándares mundiales para la regulación del sector financiero y un antídoto contra el proteccionismo.
Por otro lado, poco antes del inicio de la cumbre, el presidente estadounidense, Barack Obama, y el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, analizaron juntos los resultados de las recientes elecciones legislativas norteamericanas y la evolución de la situación económica internacional.