"Se puede cambiar la realidad de México a través del arte siempre y cuando la gente esté dispuesta"
¿Acatar las reglas sociales o crear nuevas? ¿Cuestionar tu existencia o pasar desapercibido? ¿Alcanzar tus metas o esperar a que ellas lleguen a ti? ¿Adquirir una personalidad forzada o convertirte en la mejor versión de ti mismo?
El actor mexicano Odin Dupeyron obliga a su auditorio a preguntarse todo esto y más en sus obras de teatro, las cuales llevan más de una década en cartelera y han recorrido gran parte de su país natal y de EE.UU. ¿Ser o no ser uno mismo? Por ahora, Dupeyron prefiere ser él sin importarle las etiquetas, los discursos de odio y la gente que padece de exceso de pensamiento mágico pendejo.
En entrevista con RT en Español, el también director asegura que "México vive una de sus peores crisis sociales, ya que padece de un odio generalizado que concluye en las peores masacres registradas en la historia del país. Por ello, es importante que como artista pueda brindarle a mi público un mensaje de cambio".
RT: Tus puestas en escena van en contra de la superación personal, ¿cuál es el mensaje que quieres dar con las mismas?
O.D.: Más que en contra de la superación personal, detesto la superación personal prostituida, es decir, la del pensamiento fácil, las recetas mágicas para ser feliz, los pasos para encontrar la felicidad. No me gustan las supuestas verdades absolutas que, la mayoría, te incitan a que no pienses. En ese sentido, yo quiero dar el mensaje opuesto, el del arte que profundiza, el introspectivo.
RT: Te volviste más que un actor reconocido, en un buzón de quejas por la temática de tus obras de teatro. ¿Te incomoda?
O.D.: No me incomoda, pero tampoco me hace muy feliz. Lo que la gente no entiende es que soy un actor, no un 'coach' de vida. Si un padre de familia se acerca a mí, y me comenta que su hijo se quiere ir de la casa, ¿qué le dices? A lo mejor el niño se quiere ir porque usted es insoportable. ¡No sé! Puede que el joven tenga razón o quizás esté mal. Yo les aconsejo que vayan a terapia, ¡nos tenemos que conocer a nosotros mismos!
RT: Nos puedes explicar, ¿en qué consiste el 'exceso de pensamiento mágico pendejo'?
O.D.: Es el pensamiento primitivo e inmaduro, en el que la gente cree que todo pasa por alguna razón, la corriente del 'tú pide y se te dará'. Todas estas cuestiones infantiles y arraigadas que tiene el ser humano en creer en un ser superior o en cuestiones fuera de este mundo. ¿Es muy difícil entender que, quizás, estamos solos y tenemos miedo enfrentarnos a nuestra propia realidad?
RT: ¿Cuál es la peor noticia que has leído de México?
O.D.: ¡Todas! Desde el Gobierno que tenemos, la violencia de género, la discriminación, la desigualdad o la expansión del narcotráfico. Hoy por hoy, para donde voltees el mundo está vuelto loco.
RT: ¿Se puede cambiar la realidad del país a través del arte?
O.D.: Claro, se puede cambiar cualquier cosa a través del arte, pero no solo depende de mí, sino de las demás personas. Es un esfuerzo conjunto para hacer de este trayecto, de esta vida, algo muy chingón. Creo firmemente que el teatro es un detonador de las emociones, pero también un catalizador del cambio.
RT: Finalmente, ¿en qué proyectos estás trabajando actualmente?
O.D.: Acabamos de estrenar una obra de teatro que se llama 'Lucas', estoy escribiendo un recital de poesía y estoy retomando un libro que habla acerca de las relaciones interpersonales y el amor. ¡Y bueno! Estamos de gira con 'Veintidós Veintidós' y 'A vivir', dos de más de mis puestas en escena, en gran parte de México y EE.UU.
José Luis Montenegro