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Condenan a una pareja a pagar un millón de dólares por difamar a una fotógrafa de bodas

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Descontentos con una tarifa extra de 125 dólares que aparecía en el contrato, los recién casados difamaron por varios medios a la fotógrafa estadounidense hasta destruir su reputación y su negocio.

Un jurado de Texas, EE.UU. ha ordenado pagar una compensación de 1,08 millones de dólares a una fotógrafa de bodas, tras determinar que la profesional sufrió una extensa campaña de difamación por parte de una pareja descontenta con la tarifa de sus servicios.

Mantenía nuestras fotos como rehenes

La mujer, Andrea Polito, fue contratada en 2014 para documentar gráficamente el enlace del matrimonoi compuesto por Neely y Andrew Moldovan. Semanas luego de la ceremonia, y tras evaluar positivamente la calidad de las imágenes preliminares, la pareja pidió a Polito las fotografías en alta resolución.

Sin embargo, los Moldovan se encontraron con que para obtener el álbum fotográfico completo de su boda, debían rellenar un formulario y escoger una imagen de portada. Este rubro tenía un costo adicional de 125 dólares. A pesar de que estaba estipulado en el contrato, esto enfureció a los recién casados, que se negaron a pagar esta cantidad.

Después de una intensa disputa a través de correos electrónicos, y luego de que la firme negativa a desembolsar ese dinero, Polito decidió asumir el costo para satisfacer a sus clientes. Pero cuando se dispuso a comunicarles su decisión, ya era tarde.

Según se detalla en la demanda de Polito, los Moldovan ya se habían embarcado en una extensa campaña mediática en su contra, con declaraciones "despectivas y difamatorias" en redes sociales, blogs y en entrevesitas en medios televisivos. La pareja divulgaba que la fotógrafa "mantenía sus fotos como rehenes", y que además "engañó" y "estafó" a varias otras personas.

El efecto que todo esto tuvo en el negocio de Polito, que llevaba funcionando por más de 10 años, fue devastador.

Su estudio fotográfico pasó de recibir entre 75 y 100 reservas durante los primeros meses del año a conseguir solo 2 clientes en 2015, lo que la obligó a cerrarlo y a empezar vivir a costa de sus ahorros. Ahora, a pesar de que la sentencia judicial puede ser apelada, la fotógrafa ve la luz al final del túnel.

"Cuando se leyó el veredicto me sentí un poco aliviada", declaró Polito, según informa Dallas News. "Pero lo más importante es que siento que me han devuelto la reputación", agregó la fotógrafa, que se dispone a levantar del suelo su negocio.

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