Un joven británico se suicida de un tiro en la cabeza para no ser capturado por el Estado Islámico

Ryan Lock, un británico de 20 años que abandonó su hogar y su trabajo para luchar contra el Estado Islámico en Siria, se ha suicidado pegándose un tiro en la cabeza para evitar ser capturado por los milicianos del grupo terrorista, informa 'The Guardian' citando un informe forense.

Se reporta que Lock –quien luchaba en las filas de las Unidades de Protección Popular (YPG por sus siglas en kurdo)– resultó gravemente herido en una pierna durante un enfrentamiento. Al darse cuenta de que podría ser capturado, se disparó para evitar caer en manos enemigas.

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Antes de llegar a territorio sirio, Lock trabajaba de cocinero en la localidad de Havant (Hampshire, Reino Unido). Sin contar con ningún entrenamiento militar previo, decidió poner rumbo a Turquía en agosto de 2016 diciéndole a su familia que se iba de vacaciones. En realidad su objetivo era unirse a las YPG kurdas para servir como voluntario en calidad de cocinero y médico.

"Si no fuera por ellos (las fuerzas kurdas), mi hijo no estaría muerto", lamenta su madre. "Lo pasaron a la frontera siria. Llevan a los jóvenes y les ponen en situaciones de combate con muy poco entrenamiento. Y, sorpresa, los padres están perdiendo a sus hijos", añade. La familia del joven perdió el contacto con el joven en diciembre de 2016 y descubrió que Lock había fallecido cuando su padre encontró una imagen de su cuerpo mostrado como un "trofeo" en un sitio web del EI.

Finalmente, el cadáver del joven fue recuperado por las YPG en Raqa y repatriado al Reino Unido.