Reporteros sin Fronteras registró 57 asesinatos de periodistas en 2010

La Organización no gubernamental ‘Reporteros sin Fronteras’ dio a conocer su informe anual que volvió a confirmar lo difícil que es para los periodistas realizar su trabajo. El documento enumera todos los casos de asesinatos y violencia que sufrieron los periodistas a lo largo del año 2010. A pesar de que se nota cierto descenso en el número de comunicadores fallecidos, los datos siguen siendo alarmantes.

La organización denunció que en 2010 un total de 57 periodistas fueron asesinados en distintas partes del mundo mientras hacían su trabajo. El número supone un 25% menos que el año anterior, cuando murieron 76 reporteros. Según datos, a lo largo de este año 1.374 periodistas sufrieron agresiones o amenazas, un 6% menos que el año pasado, cuando fueron 1.456. Sin embargo, este descenso se compensa con otras cifras poco alentadoras: en 2010 creció el número de los países en los que los periodistas sufrieron ataques, llegando a los 25. A lo largo del año 535 periodistas y 152 blogueros fueron detenidos y 504 medios de información censurados. La censura alcanzó a medios digitales en 62 países.

Finalmente, se ha registrado un aumento del 55% en el número de secuestros de periodistas, con un total de 51 casos frente a 33 en 2009 y 29 en 2008. Este cambio drástico fue el más preocupante para los representantes de la organización. Según la ONG, la tendencia se debe a que la neutralidad de la misión periodística se respeta cada vez menos y no se percibe al periodista como un “observador exterior”. El informe detalla que los profesionales secuestrados “se convirtieron en una moneda de cambio”, usados por los criminales para “financiar sus actividades ilegales, que los gobiernos cedan a sus reivindicaciones y transmitir su mensaje a la opinión pública”.

El secretario general de Reporteros sin Fronteras, Jean-François Julliard, declaró que los principales asesinos de periodistas en el mundo son “las mafias y las milicias” y exigió a los gobiernos que castigaran a los culpables porque si no lo hacen “se convertirán en sus cómplices”.

Los lugares más peligrosos para la prensa

De acuerdo al nuevo balance, la región más peligrosa para la prensa es Asia, donde murieron 20 periodistas. El país asiático más violento es Pakistán, donde perdieron la vida 11 periodistas. Irak le sigue con 7 víctimas, frente a las 4 del año pasado. Según explica la ONG, el aumento podría deberse a la retirada de las tropas estadounidenses del país.

América Latina no queda atrás. México es calificado como uno de los países más violentos de la última década y el tercero más peligroso para la prensa. De los 13 asesinatos de periodistas cometidos en América Latina, siete se produjeron en México, tres en Honduras, dos en Colombia y uno en Brasil. Los principales causantes de la muerte de periodistas en Latinoamérica son los narcotraficantes, cuya “ultraviolencia pesa sobre los periodistas” que se ven obligados a limitar al máximo las coberturas de los sucesos para correr menos riesgos.

Los periodistas europeos tampoco tienen la seguridad garantizada. En Grecia fue asesinado el director de una emisora de radio, Socratis Guiolias, y el crimen aún no ha sido resuelto. En Letonia, fue tiroteado el director de un diario regional, Grigoris Nemcovs. El delito tampoco ha sido resuelto.

Inmigración

Además de los asesinatos y secuestros, los periodistas a veces se sienten obligados a dejar sus países para evitar la muerte. El exilio forzado de profesionales está especialmente extendido en Irán, con 30 casos registrados por RSF, y en el Cuerno de África, donde unos 14 periodistas han huido de Eritrea y Somalia.

Blogueros

Los blogueros, al igual que los periodistas acreditados, sufren presiones. Numerosos ciberataques, intentos de instaurar censura incluso en internet y hasta asaltos. El caso más conocido es el del bloguero Khaled Mohammed Said, de Egipto, que fue golpeado hasta la muerte por dos policías vestidos de paisano. Se sospecha que el asesinato tiene que ver con la publicación en su blog de un video que sacaba a la luz los vínculos de la policía con un caso de droga.