Suben los costes del combustible y la tensión social en La Paz
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ofreció una medida paliativa para apaciguar el conflicto acerca del ‘gasolinazo’ reclamado por masivas manifestaciones populares en las primeras horas después del anunciado aumento de precios al combustible hidrocarburo. Con un decreto promulgado a propósito sube un 20% el salario mínimo para todos los trabajadores y la remuneración de los empleados estatales.
La subida de precios es un reverso de la corte de las subvenciones presupuestarias al combustible que últimamente llevaba a que el Estado perdía hasta 150 millones de dólares anuales por culpa del contrabando de gasolina e Perú, Argentina y Brasil, donde siempre costaban más al consumidor. Las pérdidas resultaron ser comparables con el índice sumario de los gastos previstos para importar la gasolina y diesel: alrededor de 660 millones de dólares en 2010, de los que la bolsa recobraba mediante las ventas directas solo los 280 millones.
De acuerdo con el cálculo gubernamental, los costes de los combustibles de consumo masivo subirán de la siguiente manera: la gasolina Premium un 57% (de 0,68 centavos a 1 dólar por un litro), la gasolina ordinaria un 72% (de 0,53 a 0,91 centavos) el diesel un 82% (de 0,52 a 0,96 centavos).
En su alocución al pueblo boliviano Morales señaló que para 2011 la importación alcanzaría a mil millones de dólares, de los que el Estado debería subvencionar unos 600 millones, mientras la mitad de aquella suma habría sido desviada al contrabando. El mandatario prometió que iba a actuar con responsabilidad y el dinero recobrado que de otra manera habría escapado a favor de los especuladores, el Gobierno se lo distribuirá en los salarios.
“Soy responsable con lo que dije: esa plata, en vez de que se vaya, se queda acá”, sostuvo el mandatario. Y también aseguró que los empleados de la Administración gubernamental que no reciban ese aumento salarial se beneficiarán con un ‘doble aguinaldo’. Solo serán exclusión él, su vicepresidente, los ministros y viceministros, entre los cuales no se distribuirán los nuevos recursos recaudados.
Además, Morales anunció medidas de ayuda a productores agrícolas y de empleo para los sectores pobres como los de la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, o Santa Cruz que se sitúa en el este del país. No precisó cuál será la situación salarial en el sector privado, ya que tradicionalmente la indexación se negocia en éste con sus propios esfuerzos conforme a las tazas de la inflación anual y cambios en el sector estatal.
Con todo eso, el alza anunciado, referente a los precios de los hidrocarburos, ya se expandió a otros sectores provocando una escalada inflacionaria en las tarifas del transporte y de los alimentos. Según informa la agencia EFE, estos últimos incluso han comenzado a escasear en los mercados. Por culpa de diversos rumores extendidos entre la población unas largas filas se formaron no solo delante de cada uno de los surtidores, sino también ante las entidades bancarias para retirar los depósitos.
Reuniendo las manifestaciones esporádicas en contra de la decisión de Morales, la aAcaldía de La Paz dirigida por el opositor Movimiento Sin Miedo y varias organizaciones no gubernamentales en las provincias han convocado para el día siguiente unas marchas de protesta para pedir la vuelta a los subsidios y anulación del ‘gasolinazo’. La Confederación de chóferes bolivianos llamó a un paro de 24 horas.