En San Petersburgo protegen a sus esculturas con tecnología militar
En San Petersburgo las esculturas de la suntuosa cúpula de la catedral de San Isaac serán protegidas con tecnología militar. Más concretamente, serán restauradas y tratadas con elementos similares a los utilizados en los submarinos atómicos, para evitar la corrosión.
“La obra maestra de la arquitectura de Auguste Montferrand fue construida en las orillas del río Neva entre 1818 y 1859. Ha visto a lo largo de su siglo guerras, el bloqueo de Leningrado y ahora carece de una gran restauración que tomara en cuenta los logros modernos de la ciencia en esta esfera”, destacó el director general del museo ‘Catedral de San Isaac’, Nikolai Búrov.
Para mantener el brillo de la decoración de una de las catedrales más grandes del mundo, los encargados de la tarea acudieron a la experiencia e investigaciones en la esfera de la protección de marina de guerra, elaborados por los científicos del Instituto central de ciencia e investigación sobre de la construcción naval, Aleksey Krylov.
Estas tecnologías ayudan a resolver el problema del tratamiento de varios metales a la vez. A mediados del siglo XIX usaron diferentes tipos de metales para la creación de las esculturas de la catedral: cobre, estaño, plomo, hierro y hierro fundido. Cada uno tiene características distintas del otro y esto provoca un conjunto de problemas difíciles con el mantenimiento de esculturas en su imagen esplendorosa.
La primera etapa de las obras ya se ejecutó con las esculturas de apóstol Pablo en la fachada del norte de la catedral y con los ‘Ángeles con un candil’, obra del maestro ilustre del siglo XIX Iván Vitali. En los candiles que mantienen piadosamente los ángeles encendieron la resina en conmemoración de la Pascua y así las esculturas iluminaban la estructura desde la parte exterior en los días festivos.
Estas obras son uno de los ejemplos de estatuas cuyos detalles pequeños están creados con el uso de los métodos entonces nuevos de galvanoplástica, inventados por el científico ruso Borís Iakobi. Las figuras fueron uno de los fructuosos resultados de los primeros descubrimientos en eclectroquímica.
Las 44 esculturas de bronce de la cúpula nunca fueron restauradas integralmente, así que para esto elaboraron un programa especial de tratamiento que planean terminar en 2025. Las dos primeras esculturas restauradas volverán a la cúpula de la catedral ya en el mes de mayo.
La Catedral de San Isaac puede acoger a unas 12.000 personas lo que le hace una de las más grandes en el mundo. El volumen de su cúpula es el cuarto en el mundo después de la de San Pedro en Roma, de San Pablo en Londres y de Santa María en Florencia. Para dorar ésta el Estado tuvo que comprar más de 100 kilos del oro de ley.