Un monumento conmemora el 80.º aniversario del nacimiento de Borís Yeltsin
Este primero de febrero Rusia conmemora el 80.º aniversario del nacimiento de su primer presidente, Borís Yeltsin, quien falleció hace cuatro años, en abril de 2007. En Ekaterimburgo, la ciudad principal de la provincia natal del mandatario, se ha levantado un monumento en su honor: el primer monumento a un jefe de Estado erigido en el país desde la época soviética.
El autor de la obra es el escultor Gueorgui Frangulián, quien hace tres años compuso también el monumento funerario para la tumba de Borís Yeltsin en el cementerio Novodévichi, en Moscú. Pero esta vez se trata de una obra más contundente: una estela de mármol blanco de 10 metros de altura que alberga el relieve del mandatario. Está compuesta de tres piezas, cada una de ellas de 15 toneladas de peso.
El autor comenta que no eligió bronce ni granito a pesar de que éstos son más tradicionales y más prácticos ya que permiten mantener un aspecto físico original durante más tiempo, porque el mármol blanco, en cambio, “es un material semitransparente y vivo”. El escultor subraya: “Para mí Yeltsin es una figura llena de luz y por eso no quise una solución oscura”. Acentúa que su propósito ha sido crear “un macizo en movimiento”, la imagen que, según él, refleja la personalidad del primer presidente de Rusia.
La calle donde está instalada la obra ha sido nombrada en honor al político. Frente al monumento están construyendo un centro que también bautizarán con el nombre del mandatario.
El presidente actual de Rusia, Dmitri Medvédev, asistió a la ceremonia de inauguración de la estela. Medvédev calificó la instalación del monumento como “un evento destacado en la vida de nuestro Estado (…). Borís Nikoláyevich amó a su país. Fue una persona muy valiente y resolutiva”. Comentó que Rusia debe agradecer a Yeltsin “que en un período muy duro no cambiara su rumbo hacia las reformas y hoy en día sigue avanzando (…). Yeltsin fue el primero. Y el primer presidente siempre se ve obligado a solucionar cuestiones muy complicadas: cambiar la estructura del Estado”. Acentuó que el proceso fue doloroso, pero “las reformas han sido realizadas”.
En Moscú varias personas conmemoran la fecha colocando flores en la tumba del dirigente en el cementerio Novodévichi. Sin embargo, los visitantes no son muchos. La figura de Borís Yeltsin siempre provocó polémica en la sociedad rusa. Unos califican su época como la de mayor libertad y grandes esperanzas y a él lo consideran un gran reformador. Otros le atribuyen la aparición de una estratificación muy marcada entre los diferentes niveles sociales y lo culpan de agravar seriamente la situación económica de la mayor parte de la población del país.