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EE.UU. y Corea del Sur acuerdan cómo afrontarán los retos de Pionyang
Los máximos asesores en seguridad de Washington y Seúl negociarán de antemano cualquier posible medida contra Pionyang.
Los altos asesores de seguridad de Estados Unidos y Corea del Sur han acordado negociar de antemano todas las posibles medidas que tomen contra Corea del Norte, informa la agencia Yonhap.
Ambos países han tomado esta decisión durante la conversación telefónica que han mantenido el consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., Herbert McMaster, y el jefe de la Oficina Presidencial de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong.
Después de abordar las actuales "condiciones de seguridad" en la península coreana y cómo afrontar las amenazas de Pionyang, ambas partes "reafirmaron su compromiso para cooperar de modo transparente" a la hora de decidir "los pasos que se deben adoptar en cada etapa" para asegurar la seguridad "tanto de EE.UU. como de Corea del Sur y sus ciudadanos", ha precisado el portavoz de la Casa Azul surcoreana, Park Soo-hyun.
Esa cooperación entre Washington y Seúl forma parte de la escalada de tensión en la península coreana fruto del intercambio de amenazas entre EE.UU. y Corea del Norte.
Esta semana, Pionyang amenazó con atacar la base militar estadounidense en Guam —una isla del Pacífico—, anunció que completará ese plan a mediados de agosto y comunicó que su puesta en marcha solo dependerá de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, ordene que se ponga en marcha.
Horas antes, fuentes militares estadounidenses aseguraron que el Pentágono preparó un plan específico de ataque preventivo contra plataformas de lanzamiento de misiles norcoreanas por si el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordena una ofensiva de ese tipo. La manera de desarrollar esa acción sería una ofensiva con bombarderos pesados B-1B Lancer que partirían desde la base aérea Andersen, ubicada en la isla de Guam.
Sin embargo, esa escalada de tensión preocupa cada vez a más naciones. Este jueves, el ministro de Defensa nipón, Itsunori Onodera, aseguró que Japón tiene derecho a derribar proyectiles que se dirijan hacia Guam si estima que suponen una amenaza existencial para su país.
Horas después, el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, aseguró que si Corea del Norte comienza actividades hostiles contra EE.UU., tomarán parte en ese conflicto.
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