La increíble historia de un lago ruso que 'huyó' a un país vecino

En la región rusa de Novosibirsk, en Siberia, hay –quizás más correcto sería escribir 'había'– un lago de nombre Sládkoye ('dulce' en español) por cuyas aguas pasaba la frontera con el vecino Kazajistán. Sin embargo, actualmente la demarcación ha quedado establecida justo en la ribera del lago, de tal manera que la acumulación de agua se encuentra íntegramente en suelo kazajo. Ante esta situación y para evitar confusiones, las autoridades rusas han explicado que la frontera no ha cambiado de lugar sino que el lago 'ha huido' por causas climatológicas. 

Desde el departamento regional del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) han precisado a RIA Novosti que la formación lacustre está ahora por entero en territorio de Kazajistán debido a que "se había secado". 

"Los residentes locales están acostumbrados al hecho de que la frontera estatal se encuentre en algún lugar en medio del lago y continuaban yendo a su costa para pescar. Sin embargo, después de que la frontera se marcara, el lago se ha secado tanto en los últimos años que aquella corre ahora a lo largo de su orilla", ha explicado el servicio de prensa del FSB. Desde la entidad han confirmado que la demarcación se encuentra en el mismo lugar y se ha advertido a la población que cruzarla es ilegal.

En la misma línea, el ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Rusia, Serguéi Donskoy, ha escrito en un post en la red social Facebook que se ha producido "una disminución natural" en el nivel del agua, lo que se trata de "un proceso cíclico". Donskoy ha asegurado que "el lago volverá a sus orillas las precipitaciones de otoño" y que en adelante "la zona acuática del lago –y no la ribera– marcará de nuevo la frontera entre los países".