Un bloqueo estadounidense permitirá aumentar la recaudación argentina
El 22 de agosto, el Departamento de Comercio de Estados Unidos impuso un arancel a la importación de biodiésel argentino que va del 50,29 % al 64,17 % porque considera que ese producto compite de manera desleal con la producción local, por gozar de subsidios en Argentina.
A pesar de que el hecho pone en suspenso el intercambio comercial de este producto, podría resultar beneficioso para las arcas del Estado argentino.
En ese país sudamericano, el biodiésel no paga impuestos por exportaciones, mientras que el aceite de soja —cultivo con el que se fabrica— tiene una retención del 27 %, con lo cual sus productores dejarán de elaborar combustible, exportarán ese producto y, por lo tanto, deberán pagar al fisco, informa Todo Noticias.
Bajo impacto
Rolando García, especialista en mercado agropecuario, explicó a RT que la decisión estadounidense genera "de manera inmediata" el cierre del "principal mercado de biodiésel para Argentina", debido a que el 90 % de ese producto se dirigía a territorio estadounidense y el otro 10% de las ventas "son insignificantes".
A pesar de que ese combustible también se puede elaborar a base de "maíz o caña de azucar", el biodiésel argentino está "principalmente hecho con soja", un cultivo que "se va a quedar en el estadío del aceite".
De este modo, las distintas etapas de producción son: la soja, "sin ningún valor agregado"; la producción de aceite —que es el subproducto de la elaboración de harina de soja—; y el biodiésel, hecho con ese aceite" y que se dejará de elaborar porque, enumeró García.
En cualquier caso, de la producción total vinculada a la soja en Argentina "solo un 5 %" se dedicaba a biodiésel, con lo cual este cambio no tendrá un gran impacto, ya que "se trata de las mismas empresas que hacían harina y aceite", concluyó García.
Santiago Mayor