Expresidentes peruanos: un infierno judicial
"Si revisamos la historia, el mayor número de casos por corrupción en una gran parte ha terminado en impunidad", señala el abogado y jurista Avelino Guillén, fiscal superior adjunto en el proceso contra el expresidente peruano Alberto Fujimori.
Guillén llama la atención al hecho de que en Perú, "salvo el régimen de Alberto Fujimori, el resto de los grandes casos de corrupción siempre han terminado en sentencias con absolución". Numerosas investigaciones a nivel del Congreso "no terminan en nada", mientras las sentencias condenatorias son pocas, señala.
El periodista, abogado y politólogo Juan de la Puente también destaca que "Perú es un país con un alto nivel de impunidad", aunque el abogado y periodista Víctor André Ponce, director general de la web de opinión peruana El Montonero, tiene una percepción diferente.
"Con respecto a los años 90, se procesó a un expresidente, se procesó a promociones enteras de generales de tres y cuatro estrellas", indica. A su modo de ver, lo que sucede en Perú es "una estrategia política de plantear el tema de la corrupción como un eje de bandera y como un eje de polarización y del elemento político".
En ese sentido, agrega que las campañas electorales de los expresidentes del país Alejandro Toledo, Ollanta Humala y la exalcaldesa de Lima Susana Villarán se hicieron en base a la polarización y la corrupción.
Democracia peruana
Al mismo tiempo, Víctor André Ponce sostiene que la democracia se ha consolidado en Perú en cuatro elecciones sucesivas. "El fracaso de los partidos no ha significado el bloqueo de la democracia y la emergencia de un candidato autoritario", sostiene el abogado y periodista, quien también destaca que el crecimiento económico y la economía del mercado "le da a las instituciones y a la democracia y al juego institucional y político cierta legitimidad".
Para Avelino Guillén el sistema democrático de Perú "es un sistema de prebendas donde muchas veces se compran los votos a través de regalos". "Esto es una democracia especial, es una democracia sin partidos políticos fuertes, sin ideologías, sin planteamientos, con una legislación que es un desastre, donde los resultados electorales muchas veces son cuestionados", comenta.
Juan de la Puente, por su parte, subraya que tras pasar "un ciclo de terrorismo, un ciclo autoritario, de corrupción, y una profunda crisis económica", Perú ahora es un país distinto. "El mercado es aquí muy fuerte, pero la tarea de hacer un mejor Estado, redistribuir más, mejorar las instituciones, producir reformas, sigue estando vigente para el futuro", concluye.