Evo Morales 2019: ¿Qué esperar de las próximas presidenciales en Bolivia?
¿Cuál va a ser el futuro de presidente de Bolivia, Evo Morales, de cara a las elecciones presidenciales que su país celebrará en 2019? Hugo Moldiz, exministro de su Gobierno, no tiene "ninguna duda" de que se postulará por cuarta vez consecutiva para dirigir su país en el período 2020-2025.
Jimena Costa, diputada por Unidad Nacional, tampoco tiene dudas al respecto y va más allá, al afirmar que Morales puede volver a postularse incluso de manera ilegal e ilegítima ya que, si no mantiene el mandato, su Gabinete se enfrentará a un "fraccionamiento interno".
Andrés Torrez, director del Instituto para la Democracia de la Universidad Católica Boliviana San Pablo (Unidad Académica de Santa Cruz), no comparte esas opiniones y sostiene que Evo Morales no figurará entre los candidatos.
Moldiz ha señalado que distintas encuestadoras reflejan que el nivel de aprobación del dirigente de Bolivia oscila entre el 58 % y el 68 %, aunque una encuesta de Ipsos indica que el 68 % de bolivianos están en contra de que vuelva a postularse.
Ese antiguo ministro considera que el Gobierno de Morales tiene la complicada tarea de encontrar "el nodo, el punto de articulación entre esa aprobación, que es alta, y la intención de voto, que se mueve por el 30 %" con lo cual, si la oposición se divide, el mandatario "tiene muchísimas posibilidades de ganar las elecciones de 2019".
El referéndum del 21 de febrero
Si el nivel de popularidad de Evo Morales es alto, ¿por qué perdió el referéndum nacional del 21 de febrero de 2016, necesario para reformar la Constitución de Bolivia de modo que le permitiera volver a postularse para las próximas presidenciales?
Según Andrés Torrez, esta situación se debe a "una cultura política muy sofisticada" de Bolivia: "Independientemente de lo que es la alegría por que Evo Morales sea presidente, el país es bastante estricto y bastante sofisticado políticamente para hacer valer las cosas que define".
Si Morales "insiste en otras soluciones imaginativas legales que pueden ir por aquí o pueden ir por allá para hacerle un 'bypass' a lo que es la voluntad popular ya establecida en el referéndum, tiene un costo político mucho más alto de lo que ellos están calculando", sostiene Torrez.