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"Hubo euforia": Investigarán a agentes por sonreír en fotos con un narcotraficante
El arrestado es conocido en Brasil con el apodo de 'Rogério 157'.
El exitoso operativo de captura de uno de los cabecillas del crimen organizado en Río de Janeiro, Rogerio Avelino da Silva, ha recibido una repercusión poco esperada en los medios brasileños.
La razón es que después del arresto, el escuadrón implicado de la Policía se tomó una serie de fotos colectivas e individuales con el bandido para festejar ese éxito. La prensa recibió su publicación en las redes con críticas.
En algunos de los 'selfies', los policías y el traficante aparecen sonriendo, destaca el diario Estadão. En una foto, una agente se encuentra casi apoyada sobre el hombro de Rogério y ambos sonríen.
Papai foi preso mas a fama com as piranha continua ✌LIBERDADE 157💥 pic.twitter.com/Cy0Co77jqJ
— CAJU CV (@CajuCVRL) December 6, 2017
Incluso el comisario Gabriel Ferrando, quien dirigió el operativo y aseguró a la prensa haber reprochado esa actitud de sus subordinados, protagonizó una foto colectiva, aunque con el rostro serio, y sacó otra con su móvil. En esta última se aprecia al delincuente colocado en el asiento trasero de un vehículo policial.
Críticas
El secretario de Seguridad del Estado de Río, Roberto Sá, felicitó a los participantes del operativo, pero dijo a continuación que aquellos que aparecen en los 'selfies' serán investigados.
"No se debe hacer parecer atractivos a los criminales", afirmó. "Hubo euforia entre los policías, pero posiblemente se pasaron de la raya", comentó durante una rueda de prensa.
El arrestado es conocido en Brasil con el apodo de 'Rogério 157', en el cual las cifras significan el artículo del Código Penal por el que había sido condenado: asalto a mano armada. Esta vez el hombre es acusado de narcotráfico, asociación delictiva, extorción y dos homicidios, según detalla el sitio web Procurados. Se encontraba entre las personas más buscadas del país.
La Policía reportó haber encontrado la casa de Avelino da Silva en la misma favela a finales de septiembre pasado, pero no logró detenerlo en aquel entonces. El despliegue policial de este 6 de diciembre aprovechó la información precisa sobre su paradero. Los agentes desplegaron un rastreo en la favela de Arará y pudieron reconocer al sospechoso por sus cicatrices y tatuajes, cuando intentaba hacerse pasar por otra persona.
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