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México: Facebook, 'fake news' y el INE

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México: Facebook, 'fake news' y el INE

El historiador inglés Benedict Anderson hizo hincapié en su clásico 'Comunidades imaginadas' sobre la importancia que tuvieron los periódicos en la consolidación de los nacionalismos durante el siglo XIX. Pero la prensa tuvo desde su origen dos ejes rectores: el de la información y el de las ganancias. Como en tiempos de Lutero, la palabra impresa revolucionó conciencias y permitió la difusión de los discursos políticos, pero ahora estaba condicionada también por los vaivenes del mercado. Desde el surgimiento del capitalismo impreso ('print capitalism'), la información diseminada en los medios respondió tanto a los principios de veracidad como a los intereses y las ganancias comerciales.

Esos intereses comerciales pueden (y suelen) romper los principios de objetividad y neutralidad en búsqueda de obtener mayores beneficios económicos. Lo mismo sucede con otras tecnologías que surgieron con el tiempo, como la radio y la televisión. Hoy la preocupación son las plataformas digitales (Facebook, Twitter, Google) que han cambiado los hábitos de entretenimiento, consumo y de información de las nuevas generaciones. De esta forma, Barack Obama en 2008 fue el primer político que basó gran parte del éxito de su campaña electoral con los jóvenes a partir del manejo de Twitter. A partir de ahí, a lo largo y ancho del mundo, las redes sociales forman parte medular de las estrategias de campaña.

Javier Buenrostro, historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y McGill University
Javier Buenrostro, historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y McGill University
"Se había anunciado que era un convenio para localizar y eliminar las 'fake news' que proliferan durante las campañas electorales en la red social. Sin embargo, increíblemente la noticia era en sí misma una 'fake news'. El convenio nunca menciona, ni por asomo, nada relacionado a las noticias falsas y mucho menos a la posibilidad de erradicarlas".

La disputa electoral en 2016 entre Donald Trump y Hillary Clinton tuvo un ligero giro y el principal protagonista de la campaña electoral fue Facebook, pero lo que realmente irrumpió en el escenario fueron las 'fake news', que aunque no eran algo nuevo adquirieron una relevancia sin precedentes. Noticias e información falsas se viralizaban en apoyo o en detrimento de los candidatos. En la investigación 'Social Media and Fake News', que realizaron Hunt Allcot (NYU) y Matthew Gentzkow (Stanford University), la información recabada muestra que se compartieron en Facebook 115 historias falsas a favor de Trump que se reprodujeron 30 millones de veces contra 41 historias a favor de Hillary Clinton que se compartieron 7,6 millones de veces. Según este estudio, las 'fake news' y Facebook fueron determinantes en la elección de 2016 a favor de Trump.

Por este motivo Facebook ha estado bajo escrutinio del Senado en Estados Unidos tanto como la teoría de los 'bots' rusos. El descrédito y la duda que ha caído sobre las plataformas digitales y su nivel de involucramiento en las campañas electorales debido a las 'fake news' en Estados Unidos y distintos países como Francia y Alemania en 2017 se ha convertidoen un hándicap comercial y de reputación para las empresas digitales.

Es en este contexto internacional que el Instituto Nacional Electoral (INE) en México decidió firmar el mes pasado un Memorándum de Cooperación (MOC) con la compañía de Mark Zuckerberg. En una primera instancia, se había anunciado con bombo y platillo que era un convenio para localizar y eliminar las 'fake news' que proliferan durante las campañas electorales en la red social. El propio Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, dio varias entrevistas diciendo que uno de los ejes del convenio era evitar las noticias falsas en la red social. Sin embargo, increíblemente la noticia era en sí misma una 'fake news'. El convenio nunca menciona, ni por asomo, nada relacionado a las noticias falsas y mucho menos a la posibilidad de erradicarlas.

Tampoco abre, como algunos temieron y argumentaron, la posibilidad que Facebook tenga acceso a las bases de datos del INE sobre el electorado mexicano. En realidad, el convenio es muy simple: el INE facilitará espacios en la sede para la trasmisión en vivo de la jornada electoral mientras que Facebook ayudará a ubicar la casilla en la que toca votar. Al final, los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) se actualizarán en la red social. Nada que no se tenga con otros medios de comunicación convencionales en la actualidad.

Entonces, ¿qué fue ese convenio y a quién beneficia?

Los términos del acuerdo que se rigen por la Declaración de Derechos y Responsabilidades de Facebook y la versión en inglés de lo signado nos dan una pauta clara. Facebook será el único beneficiado de esta cooperación. Y no es que se trate de un acuerdo malévolo o que la letra pequeña sea ventajosa para la compañía californiana. Para nada. En sí mismo lo firmado es inocuo. Se trata simplemente de un ejercicio de relaciones públicas pero que en el balance arroja cuestionamientos para el INE, en su carácter de organismo público que firma con una empresa privada, mientras que para Facebook le significa una bocanada de aire fresco justo en el momento que es bastante cuestionada en Estados Unidos por académicos y autoridades sobre su participación a favor (intencional o no) en 2016 a favor de Trump.

¿La intencionalidad es política o no? Siendo la democracia occidental una democracia de mercado, en la actualidad hay muchos actores cuyo involucramiento no tiene nada que ver con cuestiones políticas sino monetarias. Recordemos que en 2015 el Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM) reclutó a personalidades para emitir tuits con un apoyo velado a este instituto político y sus candidatos durante las elecciones intermedias. Desde el entrenador y jugadores de la selección mexicana de futbol hasta actores y cantantes de televisión emitieron mensajes el día de la jornada electoral violando la ley. El pago por cada mensaje oscilaba entre los 1.500 dólares a los 10.000 dólares dependiendo de la fama de la personalidad. Seguramente muchos de quienes tuitearon no les interesa la política, mucho menos la desestabilización del país, simplemente lo hacen por dinero.

Javier Buenrostro, historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y McGill University
Javier Buenrostro, historiador por la Universidad Nacional Autónoma de México y McGill University
"La democracia y el mercado son diferentes destinos a los que no se llega por el mismo camino. El INE, probablemente sin quererlo, ha jugado el papel de tonto útil en este acuerdo de colaboración. Esperemos no lamentarlo los ciudadanos".

Lo mismo pasó en 2016 en Estados Unidos. Según reportes de Buzzfeed y The Guardian, un pequeño pueblo en Macedonia era el lugar de origen de más de 100 sitios pro-Trump que promovían noticias falsas y que eran manejados por algunos adolescentes que también tenían sitios a favor de Hillary Clinton. ¿La principal razón? Lo mismo que los tuits del Partido Verde: dinero. Un joven macedonio ganó con solo dos sitios de noticas falsas 16.000 dólares en cuatro meses en un país donde el salario mensual gira alrededor de los 400 dólares. En Estados Unidos, Paul Horner tiene un medio de noticias falsas llamado National Report que le provee ingresos constantes. A pesar de tener una postura anti-Trump en lo personal, su sitio publicó muchas noticias falsas a favor del candidato republicano. La única razón era ganar algunos dólares durante las elecciones de 2016.

La mayoría de estas notas son las que se difunden en Facebook en tiempos electorales y la gente muchas veces es incapaz de distinguir que se tratan de noticias falsas, tal vez por ignorancia o quizá por la necesidad/voluntad de creer lo que están leyendo. A veces los mismos medios no distinguen la diferencia, como Fox News que ha difundido como verídica información que proviene del portal de Horner. Y Facebook ni tiene la capacidad para detectar la calidad de toda la información que circula en la red ni le interesa realmente, por lo que el acuerdo entre el INE y la compañía estadounidense es intrascendente. Solo ha servido para lavarle un poco la cara a Facebook de los cuestionamientos que ha recibido durante las campañas electorales en Estados Unidos y Europa. Si el interés del INE es detectar las noticias falsas y elevar la calidad de la democracia debió haber firmado un acuerdo con ONGs o colectivos ciudadanos especializados en el derecho de la información y los derechos digitales, no con una compañía trasnacional interesada en aumentar sus ganancias y cuidar su reputación.

La democracia y el mercado son diferentes destinos a los que no se llega por el mismo camino. El INE, probablemente sin quererlo, ha jugado el papel de tonto útil en este acuerdo de colaboración. Esperemos no lamentarlo los ciudadanos.

@BuenrostrJavier

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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