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Las delicias y extrañezas de los mercados mexicanos

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La riqueza cultural del país azteca se exhibe en estos sitios llenos de colores, aromas y sabores.

Más allá de ser un sitio idóneo para comprar y vender ciertos artículos de consumo, los mercados o tianguis son los lugares donde convergen la cultura y la historia comercial de una nación. Estos espacios de abastecimiento en México datan de la época prehispánica, cuando los antiguos pobladores realizaban trueques entre las distintas culturas mesoamericanas.

Años más tarde, se comenzaron a establecer los primeros mercados en la antigua Tenochtitlán, principalmente en los barrios de Atenantitlan, en el que se comerciaba la sal, así como el de Acolman, en donde se ofertaban perros para comer; y los de Azcapotzalco e Iztocan, sitios donde se subastaban esclavos para las arduas tareas de la naciente urbe mexicana.

Tras el arribo de los españoles a tierras aztecas, se introdujo la utilización de la rueda en los comercios, lo que provocó la aparición de nuevas rutas destinadas al intercambio de mercancías. En suma, las operaciones de compraventa en el antiguo territorio de México tuvieron algunas modificaciones, pero en esencia, siguieron presentes hasta nuestros días.

"México está en sus mercados"

De acuerdo con el escritor Pablo Neruda, "México está en sus mercados. No está en las guturales canciones de las películas, ni en la falsa charrería de bigote y pistola", según anota en su libro 'Confieso que he vivido memorias'. En ese mismo material, el poeta chileno recalca que "México es una tierra de vasijas y cántaros y de frutas partidas bajo un enjambre de insectos".

Debido a la proliferación de supermercados, la sociedad mexicana considera que, en algún momento, los tradicionales mercados desaparecerán. Y no es así, si algo caracteriza a los habitantes de esta región es la conservación de la memoria de sus pueblos. Prueba de ello, son los miles de tianguis que prevalecen en una de las urbes más grandes del mundo: la Ciudad de México.

A continuación, presentamos un listado de los mercados más icónicos de la capital de la República Mexicana, en donde "la fruta y la lana, el barro y los telares, muestran el poderío asombroso de los dedos mexicanos fecundos y eternos", según constató Neruda tras su paso como cónsul general de Chile en México (1941).

Mercado de San Juan

Ubicado en el corazón de la Ciudad de México, el mercado de San Juan es conocido por la gran variedad de especies exóticas que están a la venta, entre ellas, la carne de jabalí, avestruz, armadillo, cocodrilo y hasta león. En otras secciones de este tianguis, es posible encontrar faisán, pavo, venado, pato, ganso, tórtola y el producto más buscado por el sector 'gourmet' de alimentos: los huevos de codorniz.

Dentro de este recinto, que data del año 1855, también se encuentran las pescaderías más surtidas de la República Mexicana. En estas se pueden hallar desde anguilas y mantarrayas hasta tenazas de cangrejo, atún, salmón, truchas, langostas y langostinos. En una sección específica del mercado de San Juan, se ofertan escorpiones, chapulines y ranas... ¡qué también son comestibles! 

Mercado de Tepito

Durante la Guerra Cristera, que tuvo lugar en México entre los años 1926 y 1929, muchos ciudadanos provenientes de la región del Bajío se establecieron en Tepito. La mayoría de ellos provenían de estados como Jalisco, Colima y Michoacán y eran zapateros de oficio, por lo que este barrio capitalino se convirtió en uno de los más importantes centros productores de calzado.

Años más tarde, esta colonia popular de la Ciudad de México fue asediada por vendedores ambulantes que ofertaban productos de mala calidad como ropa de segunda mano, películas clonadas, bebidas alcohólicas y cigarros de importación, autopartes, aparatos electrónicos, electrodomésticos e, inclusive, se rumora que una sección del mercado de Tepito está destinada al narcomenudeo y el tráfico de órganos.

Mercado de Jamaica

El mercado de Jamaica se fundó en el año 1958, en la esquina de la avenida Congreso de la Unión y avenida Morelos, al sur de la Ciudad de México. Desde entonces, este tianguis se caracteriza por ofrecer a los habitantes de la metrópoli cerca de 5.000 tipos de flores y plantas, entre ellas, rosas, bugambilias, dalias, lirios, hortensias, claveles y narcisos, por mencionar solo algunas.

Además de la gran variedad de flora, el mercado de Jamaica cuenta con una sección bastante amplia dedicada a la venta de comida mexicana como quesadillas, sopes, tlacoyos o las famosas 'corridas', que constan de una sopa, platillo fuerte, postre y agua del día. Cabe mencionar que en este recinto hay un apartado dedicado a la venta de piñatas tradicionales que son elaboradas con una olla de barro al centro. 

Tianguis cultural del Chopo

Uno de los mercados más controversiales de las últimas décadas es el bazar del Chopo, el cual fue fundado en octubre de 1980 por las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con el objetivo de crear un espacio dedicado a la compraventa de productos musicales. Cabe mencionar que, tras el éxito obtenido, la permanencia del tianguis se prolongó hasta nuestros días cambiando únicamente su ubicación.

En este mercado se pueden encontrar artículos de la contracultura mexicana, así como elementos de diferentes géneros musicales como punk, rock, metal y gótico, entre ellos, botas de cuero, accesorios con estoperoles, delineadores para los ojos, calcomanías, discos de vinilo y diversos servicios de tatuadores y perforadores. Vale la pena resaltar que en este sitio se han presentado bandas musicales como Café Tacuba, Zoé, El Tri y Los Búnkers, entre otros.

Mercado de La Merced

Ubicado en las inmediaciones de la estación del metro La Merced, este mercado es uno de los más diversos de la Ciudad de México y data del año 1860. Hasta el día de hoy, dicho tianguis alberga una gran cantidad de puestos que ofertan frutas y verduras, aunque también es posible hallar artículos para el hogar como parrillas, licuadoras, cucharas, cacerolas y una gran gama de artículos de limpieza.

Pero, sin duda, lo más llamativo del mercado de La Merced es la gran cantidad de clientes que atrae todos los días por sus puestos fijos y ambulantes que venden comida típica mexicana. Entre los diversos platillos destacan las quesadillas de huitlacoche y flor de calabaza, los pambazos, las tripas de cerdo guisadas, los nopales rellenos, las flautas de pollo y carne y los tacos al pastor.

Otros mercados que también son muy frecuentados en la capital mexicana son el de Sonora, en el cual se realizan trabajos de brujería y santería; La Lagunilla, que está muy cerca del mercado de Tepito y donde también se oferta desde ropa hasta productos de procedencia ilícita como autopartes; y el de Medellín, característico por sus productos de diferentes países latinoamericanos, como los puros cubanos o el café colombiano.

José Luis Montenegro

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