Concierto de futuros matemáticos y otros vínculos música-matemáticas

La armonía que perciben los músicos en las melodías, y sienten los matemáticos en sus fórmulas, llegan a ellos a través de la inspiración, en el primer caso, y a través de la reflexión racional, en el segundo. Entre otros muchos puntos en común de estos dos campos —música y matemáticas—, uno de los principales es el corazón de una persona. Esta vez, en el Teatro de Ópera y Ballet Piotr Chaikovski de Perm se podrá disfrutar del cómo se mezclan estas dos disciplinas.

En ese lugar se celebró un matinal infantil sinfónico con la participación de la orquesta del teatro y 280 alumnos del colegio físico-matemático N° 9 Alexandr Pushkin. Esta es una etapa del proyecto "Los niños en el escenario de la ópera" que es organizado por el teatro desde 2008 y ya presentó el espectáculo "El Príncipe Ígor", de Alexandr Borodín, en donde niños de 12–14 años interpretaron papeles complejos junto a artistas profesionales.

Durante el concierto de esta época prenavideña dedicado a los 201 años del colegio, interpretaron la Sinfonía No. 40 de Wolfgang Amadeus Mozart, la composición sinfónica para niños de Serguéi Prokofiev Pedro y el lobo, así como La sinfonía infantil de Joseph Haydn (o, como discuten los historiadores de música, La sinfonía de los juguetes de Leopold Mozart, el padre de Amadeus Mozart). En la última obra se usan, junto con la sección de cuerdas, instrumentos de juego de niños como el cuclillo, tambor, chicharra, el tubo y el triángulo. Los niños del colegio físico-matemático pudieron adentrarse al mundo de la música clásica a través de su participación directa tocando los instrumentos de viento.

Durante los conciertos navideños se suele tocar esta obra musical de forma humorística, cambiando a los niños por gente famosa de la ciudad. Les presentamos la versión clásica.



Durante la interpretación de Prokofiev, los futuros físicos y matemáticos representaron a los animales, compartiendo los sentimientos impuestos en la música. Uno de los pupilos del colegio narraba el cuento de Pedro y el lobo. Según el director de la orquesta participante del evento, Yevgueni Kirillov, este método de aprender música es singular y da frutos positivos. Los futuros físicos y matemáticos ojalá puedan hallar una ley de armonía que se base, tanto en la música, como en sus disciplinas principales de estudio. O quizá alguno de ellos se convierta en compositor de música basada en las matemáticas.

Matemática musical y música basada en algoritmos matemáticos

El primero que destacó el vínculo entre música y matemática fue el filósofo griego Pitágoras de Samos. Él creó la teoría del sonido, intentó vincular la música con astronomía, analizó los intervalos musicales y hasta desarrolló la teoría de cómo curar enfermedades con música.

Los musicólogos rusos consideran que el fundador de la matemática musical es el compositor austríaco Arnold Schoenberg. Éste tuvo su propio método de composición basado en que, durante el proceso de creación, el autor trata de evitar los elementos ya usados. Este método fundamentó la teoría de la creación de música a base de doce tonos, la así llamada música dodecafónica.

Luego Ilyá Schepíjin, de la ciudad de Novosibirsk, logró formular en el lenguaje de los algoritmos matemáticos las leyes principales de la armonía musical y los métodos de desarrollo de la melodía. Así, creó el programa "Palette" que a un compositor le propone variantes de desarrollo de su melodía. Es como una singular calculadora musical.

El alemán Lars Kindermann elaboró un programa que permite crear música sobre la base de objetos fractales. Uno de los más famosos en este sentido es MusiNum (este nombre de descifra como "la música en las cifras").

Hay muchos ejemplos más de cómo las reglas de las matemáticas se reflejan en la creación musical.