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En Rusia inauguraron monumento a la sal

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En la ciudad de Solikamsk inauguraron un monumento a la sal. Solikamsk es una antigua ciudad en el río Kama que ya por casi seis siglos ha sido un centro industrial de la extracción de sal en Rusia. La obra de bronce encarna el símbolo del hospedaje ruso: una hogaza de karavai servido en una toal
En Rusia inauguraron monumento a la sal

En la ciudad de Solikamsk inauguraron un monumento a la sal. Solikamsk es una antigua ciudad en el río Kama que ya por casi seis siglos ha sido un centro industrial de la extracción de sal en Rusia. La obra de bronce encarna el símbolo del hospedaje ruso: una hogaza de karavai servido en una toalla y con sal encima.

El escultor Rustam Ismagílov hizo la escultura hasta la cintura de una persona adulta. Así, uno puede colocarse al lado del karavai y levantando y enganchando la toalla de metal “agasajar” al visitante.

La tradición de acoger a los visitantes en el umbral de la casa, con pan y sal en un gran paño, tiene un gran historia en Rusia. Las decoraciones en la tela representaban imágenes defensoras contras las fuerzas malas y también el calendario eslavo, el que reflejaba los eventos de la familia o fiestas rituales y agrarias tan propias para la cultura agrícola de Rusia.

La toalla es el símbolo de la vida humana, del camino del destino, parte del espacio cósmico. El pan es símbolo de la tierra y de su bondad. La sal es el símbolo del Sol, incluso en la antigua lengua de los eslavos para estas dos palabras había una en común. El Sol representaba al amor. Con la bondad del Sol la Tierra se enriquece, así, el karavai con sal representaba el deseo de bienestar y riqueza. Además, ofrecer al visitante karavai con sal significaba ofrecer lo más valioso que se tiene, aquello de lo que depende su fe y su vida. Más tarde, decían que la sal era muy cara y así, sobre el pan, se simbolizaba el respeto hacia el visitante. Sin embargo, la tradición dice que el valor del Sol nunca puede ser tasada en dinero.

La escultura de Rustam Ismagílov está en el centro de la ciudad de Solikamsk y será “vivificada” cuando la gente comience a pulirla con sus manos, tocando muchas veces este karavai, e inventen también nuevos rituales. Eso sucedió con otra obra suya, instalada en la ciudad de Perm: existe la tradición de meter la cabeza dentro de la escultura para hacerse una foto y pretender ser como un ciudadano de Perm. "Permiák [ciudadano de Perm] – orejas de sal", es una escultura de broma que representa la verdadera historia del apodo de los ciudadanos de Perm.

En Perm está el puerto del río Kama donde los cargadores embarcaban sacos con sal para los mercados. Cuando ponían los sacos sobre sus espaldas la sal se esparcía a sus cabezas, por detrás del cuello y a sus orejas. Por esta razón sus orejas se volvían rojas y más grandes, como si volvieran del sauna. De allí viene la frase “Permiák – orejas de sal”. Probar este rol en persona se puede gracias al monumento de Ismagílov. Sus otras obras se pueden ver en la galería de fotos adjunta.

Rustam promete añadir un arco detrás de su monumento a la sal para que la gente pueda probar el papel de un dueño acogedor que esta a las puertas de bronce de la ciudad de Solikamsk. La fecha de fundación de Solikamsk data en 1430 y su nombre proviene de dos palabras “sol” que es “sal” en español y “kama” que es el nombre del río en las orillas de qué está la explotación. En aquel tiempo la sal se valoraba como la seda de China en Europa, fue una mercancía estratégica.

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