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"Estarás como Jesús": Obliga a novia a escribir nota suicida tras 3 días de torturas por infidelidad
El atacante acusó a su pareja de serle infiel, diciendo que había coqueteado con el trabajador de una gasolinera.
Un ciudadano británico fue sentenciado a 9 años de cárcel por obligar a su entonces novia a escribir su propia nota de suicidio durante un 'calvario' de tres días de torturas al estilo bíblico, informa Daily Mail.
De acuerdo con el diario, la terrible experiencia comenzó cuando Callum Bigley, de 32 años, atacó a su pareja en su propia casa la noche del 13 de febrero de este año, rompiéndole la cara con un teléfono y a punta de puñetazos.
El hombre, quien bloqueó todas las puertas y las ventanas de la vivienda, acusó a la víctima de serle infiel, diciendo que la vio coqueteado con el trabajador de una gasolinera y "había echado un vistazo a los hombres en la tele".
Callum Bigley used a TV cable to lash his victim's naked body https://t.co/qTgL6ysXdv
— The Daily Record (@Daily_Record) 29 сентября 2018 г.
Martirio
Bigley envolvió un cable del televisor alrededor del cuello de su compañera y luego comenzó a azotarla, burlándose de ella: "Vas a acabar como Jesucristo en el crucifijo".
El atacante también usó un martillo para golpear los dedos de un pie, 'instándola' a confesar que lo engañaba. Bigley le prometió que si admitía que era infiel, su seguridad estaría garantizada.
Sin embargo, cuando la víctima 'confesó' la infidelidad, el agresor continuó con la violencia, incluso atacándola frente a su hija pequeña.
En el último día de tortura, Bigley obligó a su pareja escribir una nota de suicidio, diciéndole que la pondría sobre la repisa de la chimenea, dado que como planeaba colgarla, la misiva reforzaría la versión de que se había quitado la vida.
Al final la mujer, que tenía la cara ensangrentada y hematomas por todo el cuerpo, logró escapar de la casa rompiendo una de las ventanas con una aspiradora. Bigley, por su parte, se dio a la fuga y no fue encontrado hasta seis semanas después, siendo arrestado el 28 de marzo.
Durante el juicio, Bigley se negó a comparecer ante el tribunal y no estuvo presente cuando un juez lo sentenció a 9 años de prisión. El hombre fue declarado culpable de retención ilegal, daño corporal grave, palizas y envío de 'comunicación maliciosa'.
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