La letra con 'celular' entra
El político y escritor Domingo Faustino Sarmiento decía que 'la letra con sangre entra'. Parece que ahora ese proceso va a ser menos sangriento y doloroso gracias a los celulares. Así, aunque la mayoría cree que los teléfonos móviles distraen a los alumnos y les impiden aprender, la Universidad del Salvador (USAL) en la provincia de Santa Fe (Argentina) ofrece un nuevo posgrado cuyas clases se dictarán a través de celulares. Es la primera experiencia de este tipo en América Latina y –posiblemente– en todo el mundo, según el director de la sede de la ciudad de Rosario, José Romero.
El posgrado consistirá en cinco módulos o materias que deberán ser completadas cada tres meses. Los tutores asistirán a sus alumnos a través de internet y los alumnos de esa universidad católica privada tendrán la oportunidad, por 100 dólares mensuales, de consultar a sus profesores en cualquier momento.
"El paradigma clásico de la educación como un modelo pasivo y contemplativo está en crisis. Hoy se aprende todo el tiempo, la formación es permanente y constante", declara Romero. Con esta iniciativa, la carrera universitaria se convierte en parte de la vida cotidiana de los estudiantes y pueden "educarse al andar", un concepto que Romero define como "educación móvil".
"Hay que enseñar de una manera diferente. Hablarles a los alumnos en su mismo idioma", apoya a Romero la experta en tecnología y educación María Teresa Lugo, del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la Unesco. Cada día aumenta el número de instituciones educativas que tratan de incorporar las tecnologías al aprendizaje. Lugo asegura que "para preparar a ciudadanos del siglo XXI, los alumnos tienen que estar conectados porque internet es la biblioteca universal de este siglo y el conocimiento relevante circula por ahí". Según Lugo, el uso de la tecnología, particularmente los teléfonos móviles, no elimina la importancia del profesor y la calidad de la educación sigue dependiendo de cómo se enseña. "Los datos de la Unesco muestran que la mitad de los jóvenes que abandonan la educación secundaria no lo hacen por motivos económicos, sino porque están aburridos", dice.