Inauguran en Somalia la primera cárcel para piratas

En Somalilandia, región autónoma de Somalia, inauguraron el martes una cárcel para piratas, la primera en el país. Tiene una capacidad para 425 reos, pero de momento tiene alojados a 297 reclusos.

La prisión está ubicada en la ciudad de Hargeisa, centro administrativo de Somalilandia. Este proyecto de la ONU ha supuesto un costo de 1,5 millones de dólares para que esta institución penitenciaria para presos de alta peligrosidad cumpliera con todas las normativas internacionales de internación y mantenimiento.

A pesar de que, en principio, la cárcel está destinada a aliviar la carga que tienen las prisiones extranjeras donde están reclusos los piratas, el ministro de Justicia del Estado autoproclamado de Somalilandia, Ismail Moummir Aar, comunicó que por ahora la institución va a aceptar solo a los reos repatriados que sean originarios de Somalilandia. Subrayó que cada territorio debe procesar a "sus piratas". Por otro lado, informó de que en las cárceles en el extranjero no hay piratas provenientes de este Estado.

En otras palabras, a pesar de empezar a funcionar la prisión, no aceptará piratas condenados originarios de otras partes de Somalia y capturados por naves extranjeras, lo que deja sin resolver el problema. Hoy en día en las instituciones penitenciarias de 17 países del mundo -EE. UU., Francia, la India y Kenia, entre ellos- están recluidos 950 piratas somalíes, dos tercios de ellos cumpliendo ya con sus condenas.

Kenia fue la primera nación que aceptó juzgar a los piratas capturados por naves extranjeras que patrullan las costas de Somalia. Sin embargo, hace poco declaró que quería dejar de hacerlo.

El año pasado la República de las Seychelles fue el segundo país de la zona que consintió procesar a los piratas. Hoy en día estos suponen un 20% de todos los prisioneros del país. La semana pasada el ministro de Transporte de las Seychelles, Joel Morgan, comunicó que ahora la política nacional en este tema será llevar a los piratas ante la Justicia y repatriarlos luego a sus respectivos estados.

El mayor problema con los piratas somalíes hoy en día es dónde y según qué legislación juzgarles. Los procesos no pueden ser efectuados en Somalia ya que desde la expulsión en 1991 de su último jefe de Estado, Mohamed Siad Barre, el territorio se encuentra de facto dividido en numerosas facciones independientes, sin un poder que lo gobierne en su totalidad y sin una legislación en funciones.

Hoy en día la piratería es uno de los 'empleos' principales en el cuerno de África. En la mayoría de los casos, aunque sean capturados los piratas salen en libertad por falta de un tribunal que pueda juzgarlos. Así que resulta un 'negocio' con muy poco riesgo y realmente rentable. Según estima el grupo británico World Vision, los 1.000 millones de dólares anuales de los rescates pagados a los piratas son la mayor fuente de ingresos para el país. No es sorprendente que cada año gane más popularidad. Según calcula la fundación estadounidense One Earth Future, en tan solo cinco años la suma promedio de un rescate pagado a los piratas somalíes aumentó en 36 veces: si en 2005 no excedía de 150.000 dólares, en 2010 llegó a ser de 5,4 millones de dólares.

A la comunidad internacional la piratería somalí le costó en 2010 12.000 millones de dólares, tomando en cuenta los propios rescates, las remuneraciones de los seguros pagados, la redirección de las naves, el equipamiento de seguridad y los gastos en fuerzas navales de patrulla y de escolta, según datos de One Earth Future. Según cifras oficiales, hoy en día los piratas somalíes tienen secuestrados a 576 rehenes y 28 naves.