Unos refugiados de Túnez prenden fuego a la parroquia de Lampedusa

Unos inmigrantes ilegales, refugiados de Túnez en su mayoría, prendieron fuego a la parroquia de la isla italiana de Lampedusa. Los medios locales atribuyen la culpa a 36 adolescentes a los que el guardián de la parroquia había dado albergue.

Según la cifra oficial, durante la noche del pasado sábado la población inmigrante en la isla aumentó en 346 personas, que llegaron a Italia huyendo de los violentos disturbios que sacuden Túnez en los últimos meses. Así, esta mañana Lampedusa ha amanecido con 2.500 refugiados frente a unos 6.000 habitantes locales, esto a pesar de que el viernes comenzó una operación masiva de evacuación de los inmigrantes.

Desde hace mucho las autoridades locales anunciaron la catástrofe humanitaria en la zona y solicitaron la ayuda tanto del Gobierno italiano, como de la UE. Las últimas semanas han estado marcadas por la creciente tensión entre los autóctonos y los refugiados, y las protestas activas por parte de los primeros.

Durante su visita a la isla el 31 de marzo, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, prometió librar Lampedusa de todos los refugiados para este lunes próximo y trasladarlos a otras regiones. Anunció, además,  que presentaría la isla como candidata para el Premio Nobel de la Paz.

Miles de inmigrantes que siguen atrapados en Lampedusa, por su parte, denuncian las duras condiciones de vida, el déficit de alimentos y agua potable, y la indiferencia de las autoridades que no cumplen con sus promesas de evacuarlos a las partes continentales del país.

Según comentan los observadores, la situación es muy difícil y es más que probable que no sea resuelta en un futuro próximo. Alfredo Mantovano, vicesecretario del Ministerio del Interior del país, renunció el 30 de marzo en señal de protesta contra la falta de medidas para aliviar la crisis de Lampedusa.