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Las aguas de este mar reflejan el oscuro futuro que espera a los océanos por el calentamiento global

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Como consecuencia del incremento de la temperatura en sus aguas algunas especies de peces han migrado o su población se ha reducido.
Las aguas de este mar reflejan el oscuro futuro que espera a los océanos por el calentamiento global

Las poblaciones de algunas especies de peces en el mar Báltico han disminuido drásticamente debido a los efectos del calentamiento global, informa el diario The Washington Post.

En el pasado verano boreal las temperaturas del Báltico alcanzaron niveles sin precedentes para ese mar: 27 grados centígrados. Los ecólogos marinos citados por el diario afirman que el Báltico se ha convertido en una especie de olla de presión experimental para la vida marina.

Al respecto, los especialistas sostienen que esto sería una señal de lo que le espera a los océanos en el futuro con los actuales niveles de calentamiento global. El ecologista marino alemán Thorsten Reusch afirma que muchas de las consecuencias del incremento de las temperaturas en el planeta se han presentado precisamente en el Báltico con mayor intensidad que en otras regiones.

La temperatura del mar Báltico ha aumentado aproximadamente tres veces la tasa promedio de los océanos globales en la última década, así como también han experimentado un crecimiento las 'zonas muertas' en los últimos 115 años y se están viendo niveles crecientes de acidificación.

Uno de los problemas que los expertos han observado es que los peces y sus fuentes de alimento han perdido la sincronización. Por ejemplo, la investigadora Catriona Clemmesen-Bockelmann asegura que las temperaturas más altas han llevado a que los arenques eclosionen antes de que los pequeños crustáceos de los que se alimentan crezcan lo suficiente.

Por su parte, el bacalao se ha separado geográficamente de sus fuentes de alimento, migrando a la parte sur del Báltico, mientras que el pez espadín, del que se alimenta a su vez el bacalao, se ha desplazado a las aguas del norte, relativamente más frías.

Una de las consecuencias de la migración del bacalao es que debido a la falta de alimento y competencia esos peces son más pequeños y delgados. "Parecían estar muertos de hambre", afirmó el ecólogo marino Jan Dierking, quien, tras estudiar a esa especie, determinó que los peces contaban con menos peso graso.

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