Universitarios piden paz al crimen organizado en Jalisco, aunque sin éxito
Coincidiendo con el Día de la Bandera Nacional de México, la Federación de estudiantes universitarios de Guadalajara organizó una manifestación en las calles de esta ciudad contra el clima de inseguridad que vive el estado de Jalisco. Cerca de 600 jóvenes y también sus familiares, todos vestidos de blanco, marcharon desde el centro de la ciudad hasta la Plaza de la República, donde encendieron velas formando la palabra “Paz”.
Este acto fue un símbolo de esperanza de que la tranquilidad regrese a esta urbe, explicó el líder estudiantil Marco Antonio Núñez. Fue una protesta silenciosa, para remarcar que la gente a la que reunió se manifestaba en pro de la seguridad nacional y no para quebrantarla. El objeto de esta movilización pacífica es acabar con el clima creciente de tensión que se vive en la ciudad desde hace cuatro meses, tras las disputas entre el brazo armado del cártel de la Familia Michoacana (denominado La Resistencia) y el cártel local que lleva el nombre de la “Nueva generación”.
La guerra que han desencadenado entre si ha dejado ya varios muertos entre la población, así como entre las filas de los cuerpos del orden público. Un día antes, varios sicarios asesinaron en Guadalajara al jefe de la división estatal de Robo de Vehículos de la Fiscalía, José de Jesús Quirarte, y a su esposa. Ambos recibieron un centenar de impactos de bala. También fue atacado a tiros un agente del Ministerio Público del área de secuestros de Jalisco, quien salió ileso e incluso logró defenderse y herir a uno de sus atacantes.
Además de la protesta, la federación estudiantil lanzó una campaña para implicar a la sociedad en un cambio de mentalidad con el lema “¡Explota tu responsabilidad! ¡Explota tu tolerancia!”. Para ello distribuirán en las calles de Guadalajara manuales sobre qué hacer en caso de un tiroteo o un operativo policial. A esta iniciativa se adhirieron varias organizaciones civiles y religiosas del estado de Jalisco.
Durante la jornada festiva un ex jefe policial, dos policías en activo y cuatro pandilleros murieron en un tiroteo en el municipio de Cadereyta Jiménez del estado de Nuevo León, fronterizo con Estados Unidos. Los agentes del orden público hicieron frente a los atacantes, cuyo objetivo según fuentes policiales era atentar contra el oficial retirado. Horas más tarde, en el mismo estado otro grupo de sicarios asesinó a un ex funcionario municipal de San Pedro Garza García. La victima, Luís Cortés Ochoa, había ejercido el cargo de subsecretario de Seguridad, por lo que los investigadores suponen que se trató de una venganza del crimen organizado.