El gobernador de Wisconsin Scott Walker no cede ante las protestas sociales
A pesar de las dos semanas de protestas sociales, este martes el controvertido gobernador republicano de Wisconsin, Scott Walker, ha presentado de nuevo a la legislatura su plan de recortes del gasto. Está previsto para dos años y recorta 1.500 millones de dólares destinados a la ayuda para las escuelas públicas y los gobiernos locales.
Además, según el proyecto de ley deben eliminarse los derechos de negociación colectiva para la mayoría de los empleados del Estado. Según Walker esta medida ahorrará alrededor de 30 millones de dólares este año y unos 300 millones en el futuro.
Según el gobernador Walker solo con las concesiones de los sindicatos podrá hacerse frente a un déficit proyectado de 3.600 millones de dólares.
De otro lado la ley causará una disminución de los fondos destinados al apoyo del sistema de educación pública. Tan solo la universidad de Wisconsin perderá 250 millones durante este plazo.
El 1 de marzo en su discurso, el gobernador Walker presentó a los legisladores este proyecto e hizo hincapié múltiples veces en la ausencia de 14 senadores del Partido Demócrata. Walker les instó a regresar y aprobar su ley de 'saneamiento del presupuesto'. Subrayó que en caso contrario, al Estado le esperan despidos masivos u otras dificultades económicas.
La sociedad americana se opone a los recortes
La sociedad americana está aparentemente en contra de la medida. La ley ha provocado muchas polémicas, la aprobación del plan sigue paralizada desde el 17 de febrero, día en que los sindicatos y 14 senadores demócratas se plantaron y provocaron un ola de protestas. Según los datos de The New York Times, los estadounidenses evidentemente confían más en los sindicatos y prefieren que ellos actúen en su nombre más que los gobernadores republicanos.
La encuesta realizada por la misma publicación demostró que el 60% de los encuestados están en contra de las restricciones presupuestarias.
Y los sindicatos tampoco ceden, incluso a pesar de que el lunes el presidente estadounidense, Barack Obama, les expresó sus críticas asegurando que "no era bueno denigrar o vilipendiar los derechos de los funcionarios". Según Obama, las escuelas "no podrán atraer a los mejores profesores si solo se les paga una fracción de lo que cobran otros profesionales".
¿Una lucha por el poder?
Mientras tanto no solo la sociedad estadounidense, sino también los expertos en economía someten a duras críticas el proyecto de ley de Scott Walker.
Según el Nobel de Economía Paul Krugman, el embate sobre los sindicatos no tiene nada que ver con el presupuesto, sino que pretende arrogarse autoridad para privatizar empresas de servicio público. "De hecho, esos sindicatos ya indicaron su voluntad de hacer considerables concesiones de tipo financiero, oferta que el gobernador ya rechazó […] Lo que está pasando en Wisconsin, más bien, es una lucha por el poder, un esfuerzo por explotar la crisis fiscal para destruir el último gran contrapeso al poder político de corporaciones y de los ricos", dice Krugman.
El experto argumenta que la ley de 144 páginas de extensión contiene muchos otros elementos, además de las cuestiones presupuestarias, ocultos dentro. Por ejemplo, que según el proyecto nuevo los gobernadores podrán privatizar cualquiera instalación de servicio público o venderla a cualquier persona. Al mismo tiempo, cualquier venta de ese tipo, por definición, va a considerarse "que es de interés público".