Esposa del líder independentista catalán Jordi Sánchez: "Es difícil creer en un juicio justo"

La Sala Segunda del Tribunal Supremo de España juzgará, el próximo 12 de Febrero, a 12 líderes y políticos independentistas catalanes acusados de rebelión, sedición, malversación y desobediencia, debido a su participación en el proceso que culminó en una declaración unilateral de independencia pronunciada en el Parlamento de Cataluña en octubre de 2017, y que incluyó la celebración de un referéndum soberanista ilegal. 

La Fiscalía señala al expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y exdiputado independentista Jordi Sánchez como uno de sus autores intelectuales, razón por la que se encuentra en prisión preventiva junto a otros seis acusados en la misma causa. Sánchez se enfrenta a una pena de hasta 17 años de cárcel por los presuntos delitos de sedición y rebelión.

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Su esposa, Susanna Barreda, admite vivir estas vísperas del juicio con "una sensación ambivalente". "Se hace difícil volver a Madrid, me trae muchos recuerdos", reconoce, pero al mismo tiempo dice tener "ganas y fuerza", ya que está convencida de que "hasta que este juicio tan injusto no se celebre, esto no se va a mover de ninguna manera". También asegura que los acusados "están muy fuertes y con ganas de empezar".

Sin embargo, no es demasiado optimista en lo que a sus expectativas se refiere: "Es difícil creer en un juicio justo", sostiene, basándose en "cómo ha ido la instrucción". "Yo tengo clarísimo que se han saltado garantías fundamentales", añade. Barreda afirma que tanto ella como los acusados y sus allegados siempre han tenido "esperanzas en la absolución", si bien reconoce que "cada vez menos". "El juicio es el momento en el que la fiscalía va a tener que probar todo de lo que se les acusa", añade.

Heridas personales

Barreda asegura que el periodo que su marido ha pasado en prisión ha sido "muy complicado de gestionar". "Cuando ingresaron en prisión se me vino el mundo encima", recuerda. Aunque ella "tenía claro que esto podía pasar", explica ahora que "una cosa es tenerlo claro" y otra muy distinta "enfrentar la situación real". "La vida con un familiar en prisión preventiva, que yo creo que es mucho más duro que con una condena, es muy difícil; para las familias y para ellos", asegura la esposa de Sánchez.

Preguntada por las fracturas internas que afectan ahora al movimiento separatista en Cataluña, explica que "la falta de unidad del independentismo es una cosa que viene de lejos", aunque advierte que "ahora llega con mucha unidad de acción desde el ámbito de la justicia y los abogados".

En cualquier caso, según su opinión, en el independentismo "hay heridas a nivel personal", y en este momento es necesario "saltar de las necesidades personales –que son legitimas– a las colectivas". 

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