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Sometidas por la fe y la tribu en Oriente Medio y el Norte de África

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Sometidas por la fe y la tribu en Oriente Medio y el Norte de África

La virginidad, el pudor, el hijab, los asesinatos de honor, el abuso físico y emocional… la mentalidad tribal y sectaria supuso un retroceso en las condiciones de vida de las mujeres de Oriente Medio y el Norte de África (MENA), haciéndoles enfrentar estas problemáticas. Aunque poco a poco empiezan a darse pasos hacia adelante, todavía queda mucho por hacer.

Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"En Arabia Saudí las mujeres están sometidas a una posición secundaria en la vida; no pudiendo viajar, salir de casa, trabajar o acceder a servicios médicos si no van acompañadas o con el permiso de su guardián, que suele ser un padre, un hermano, un primo, un marido o un hijo".

En 2018 las mujeres saudíes lograron un "hito" que llenó los titulares del mundo: por primera vez en la historia podían sacarse el carnet de conducir. A niveles prácticos, sin embargo, no se están dando esas licencias ni pueden conducir solas, por lo que esta medida no fue más que una campaña de la monarquía saudí para mejorar su imagen exterior. Mientras los medios de masas celebraban que "por fin pueden conducir las mujeres" en Arabia Saudí, Aziza Ayousef, la principal activista por este derecho, sigue entre rejas junto con al menos otras 17 activistas saudíes.

La realidad es que en el reino wahabita las mujeres están sometidas a una posición secundaria en la vida; no pudiendo viajar, salir de casa, trabajar o acceder a servicios médicos si no tienen el permiso de su guardián, que suele ser un padre, un hermano, un primo, un marido o un hijo.

Uno de los países en los que más avances se han logrado es Túnez. A pesar de la fuerza de movimientos islamistas como Ennahda, en la constitución de 2014 se añadió el artículo 46, que compromete al Estado a asegurar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Esta constitución también abolió la ley que prohibía a las musulmanas casarse con no-musulmanes.

Junto con Túnez, Palestina, Líbano y Marruecoshan eliminado de su código penal la ley que permitía a un violador redimirse de su delito si se casaba con la víctima. Se trata, lamentablemente, de una práctica más común de lo que en un principio se podría imaginar independiente de la secta. Para hacernos una idea de la problemática, no fue hasta marzo de 2018 que el estado norteamericano de Florida aboliese una ley similar por la que se perdonaba el estupro (delito sexual) si había un embarazo y matrimonio de por medio.

La lucha por los derechos de las mujeres en MENA y el Sahel no es nada nuevo

La descolonización trajo consigo al mundo árabe y regiones de África movimientos modernizadores como el baazismo, el nasserismo, el nacionalismo o el comunismo. Estas nuevas corrientes políticas se convirtieron rápidamente en movimientos revolucionarios movidos por el secularismo y la igualdad entre todos los hombres y mujeres.

Esta nueva tradición política, sin embargo, no tardó en chocar con una oposición reaccionaria compuesta por el clero conservador y organizaciones fundamentalistas como al-Qaeda y Hermanos Musulmanes. Comenzó así una guerra política, ideológica y en ocasiones militar, en el que las mujeres fueron sus principales víctimas.

Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"El sueño de progreso duró poco, y a finales del siglo XX la región vivió un resurgir del fundamentalismo islámico que llevó a algunos países a un atraso social de más de mil años".

La Turquía nacionalista de Kemal Ataturk, el Túnez de Habib Burguiba, la marxista República Popular Democrática de Yemen, la Somalia socialista de Muhammad Siad Barre, la República democrática de Afganistán o la República Árabe Unida fueron ejemplos de lo que se podía conseguir en cuestiones de igualdad con la separación confesión-estado.

Este sueño de progreso duró poco, y a finales del siglo XX la región vivió un resurgir del fundamentalismo islámico que llevó a algunos países a un atraso social de más de mil años, con leyes incluso más retrógradas que las del Califato Omeya. 

En Afganistán, donde una vez se promovió la integración de las mujeres en el trabajo, la educación y la política, de la noche a la mañana los Talibán prohibieron que éstas pudiesen estudiar a partir de los 8 años. Antes de la dictadura islámica de los Talibán, el 40% de los médicos y el 60% del profesorado de universidades en Afganistán eran mujeres. Temían que se desarrollasen de forma independiente, por lo que volvieron a encerrarlas en casa bajo un burka.

No solo es cosa de hombres

Uno de los mayores peligros es lo normalizada que llega a estar esta mentalidad primitiva también entre las mujeres. El pensamiento sectario está tan arraigado en la población que muchas anteponen su fe a su dignidad como personas. Un ejemplo de ello lo vemos entre las mujeres del Estado Islámico que se han rendido a las Fuerzas Democráticas Sirias en Baghouz. La mayoría no muestra arrepentimiento y mantiene una fe ciega en la doctrina radical que profesa la organización.

Según un estudio realizado por Naciones Unidas en Egipto, el 33% de las mujeres apoya que un hombre no debería ser condenado por un asesinato de honor frente a un 31% de los hombres que piensan lo mismo.

El dato se vuelve más alarmante cuando preguntan si las mujeres que visten provocativas merecen ser acosabas. Si bien el 74% de los egipcios encuestados respondieron afirmativamente, un 84% de las mujeres también opinaba lo mismo. Un 26% de las encuestadas pensaba que la mujer debía tolerar la violencia con tal de mantener a la familia unida.

Y esto sucede en Egipto, uno de los países más avanzados en materia de igualdad entre hombres y mujeres de la región. Autoridades como el Sheikh Ahmed al-Tayyeb, la autoridad suní más importante del país, no dudan en denunciar públicamente la poligamia por ser injusta para las mujeres.

El actual presidente del país, Abdelfatah al-Sisi, busca diferenciarse de los Hermanos Musulmanes, contra quienes dio un golpe de estado y lidera una cruenta lucha política. Esto ha hecho que se diferencie de las políticas islamistas de la hermandad en beneficio de los derechos de las mujeres, que son el 56% del funcionariado del país.

Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"Una nueva ley en Siria prohíbe el matrimonio infantil, en el contrato de matrimonio se añade una cláusula que permite a la mujer seguir trabajando en lo que quiera tras casarse, se facilita el divorcio y se anulan los matrimonios forzosos".

Siria también está dando grandes pasos hacia la igualdad entre hombres y mujeres, motivados en gran medida, por el impacto que la guerra tiene en la demografía. El 10 de febrero de 2019 el presidente Bashar al-Assad ratificó la ley 4/2019, que aunque en Europa puede parecernos surrealista, en la región es revolucionaria.

Se trata de una ley que supone una mejora cualitativa en la posición legal de la mujer, especialmente en cuestiones familiares, que es donde más problemas enfrenta ahora mismo. Con la ley 4/2019 se prohíbe el matrimonio infantil, en el contrato de matrimonio se añade una cláusula que permite a la mujer seguir trabajando en lo que quiera tras casarse, se facilita el divorcio y se anulan los matrimonios forzosos.

Actualmente en Bahrein, Jordania, Kuwait, Palestina, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Yemen, las mujeres casadas necesitan permiso de sus maridos para poder trabajar.

La integración de la mujer en el ámbito laboral no es ninguna tontería. Según la investigación de Kathyn M. Yount 'Resources, Family Organization and Domestic Violence Against Married Women in Minya, Egypt', el estado socioeconómico del marido respecto a su mujer está directamente ligado al abuso físico. Del mismo modo que cuando la mujer también trabaja, se reduce la violencia en el matrimonio.

Pero la violencia hacia las mujeres no solo es por una mentalidad sectaria convertida en cultural. El factor tribal es un importante elemento de discriminación que se vuelve crítico en zonas rurales. En el Kurdistán iraquí, entre 1991 y 2007, alrededor de 12.000 mujeres fueron asesinadas en nombre 'del honor'.

Las mujeres yazidíes, por ejemplo, sufren la discriminación de su propia comunidad después de haber sido violadas y explotadas sexualmente por los terroristas del Estado Islámico. En palabras de la autora marroquí Sana Afouaiz, "tu himen determina tu pureza y tu valor".

La des-protección es prácticamente total en los casos de refugiadas y migrantes. Solo Egipto, Jordania, Mauritania, Oman y Siria tienen canales tanto formales como informales para denunciar los casos de violencia, y aun así son insuficientes.

Más allá de los estados

Comienza a haber un nuevo resurgir en el movimiento feminista árabe, lo que ha llevado al surgimiento y desarrollo de ONG’s que intentan revertir la mentalidad misógina de gran parte de la población con proyectos a largo plazo.

Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"La islamización ha normalizado una ideología misógina y reaccionaria en la que la mujer siempre es la culpable".

Algunos de los nombres más importantes son el 'Encuentro Democrático de Mujeres Libanesas', que entre otras cosas se dedica a enseñar a leer y a escribir a mujeres analfabetas mientras se movilizan contra el matrimonio infantil, la 'Sociedad de Mujeres Trabajadoras Palestinas para el Desarrollo', que busca hacer que la legislación civil tenga en cuenta a las mujeres, o la 'Organización de Mujeres Árabes de Jordania', que también trabaja con refugiadas sirias.

Oriente Medio y el Norte de África es una región muy extensa y muy compleja llena de particularidades, pero con mucho trabajo que hacer en todos sus rincones. La islamización ha normalizado una ideología misógina y reaccionaria en la que la mujer siempre es la culpable.

En el paraíso las mujeres reciben un hombre, pero el hombre recibe 72 vírgenes.

En el matrimonio la mujer solo puede casarse con un hombre, pero un hombre puede tener 4 mujeres e incontables concubinas.
Ellas deben cubrirse para no tentar a los hombres.

Ellas deben aceptar ser sumisas, para lograr la aprobación de su marido.

Hay mucho trabajo que hacer, pero el cambio ya ha empezado.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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