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Liberan a la joven argentina implicada junto a su madre en el asesinato a puñaladas del padre
Paula Milagros Naiaretti participó en el crimen, tras soportar años de vejaciones.
La Justicia de la provincia de Buenos Aires, capital de Argentina, liberó este jueves a Paula Milagros Naiaretti, la joven de 18 años detenida luego de participar en el asesinato de su padre, Alberto Elvio Naiaretti, quien murió tras recibir 185 puñaladas.
Paula Milagros y su progenitora, de 46 años, Paola Elvira Córdoba, fueron apresadas en su domicilio del distrito de José C. Paz el 10 de marzo, día del homicidio, por estar vinculadas en el crimen. Ese mismo días fueron trasladadas primero a una comisaría y luego a una alcaldía departamental en la localidad de La Plata, provincia de Buenos Aires.
Las dos autoras del crimen justificaron su accionar tras soportar años de vejaciones por parte de Alberto Elvio Naiaretti, de 46 años. En sus testimonios, respaldados por varios testigos, se relata que las agresiones a ambas mujeres incluían golpizas duras, amenazas de muerte y prostitución forzada.
La medida que favoreció a la joven fue dispuesta por la fiscal general adjunta, Mercedes Rubio. Sin embargo, según indica el diario Crónica, Córdoba continuará detenida por el momento, ya que la togada decidió apoyar el recurso presentado el martes por la otra fiscal en la causa, Silvia González Bazzani, quien consideró que el contexto de violencia de género que padecían las dos no "no justifica" el crimen.
"Milagros tiene todo nuestro apoyo, pero vamos a seguir adelante por mi hermana porque ella es una víctima", afirmó María, una de las tías de la joven, apenas se enteró de la noticia, mientras se dirigía con el defensor oficial, Javier Chirinos, hasta el penal donde se encontraba su sobrina.
La noche del crimen
En la noche del domingo 10 de marzo, Paola Elvira Córdoba fue de agredida brutalmente por su marido y decidió que aquella sería la última golpiza de su vida, después de 20 años de maltratos.
Paula Milagros, que estaba en su cuarto, escuchó gritos en la cocina y se acercó para ver qué sucedía. Fue cuando encontró a su madre con un puñal en la mano y forcejeando con su padre, quien la sujetaba con fuerza. La joven primero alertó telefónicamente a su tía, la hermana de Paola, pero luego se convenció de que debía intervenir: tomó otro cuchillo y le asestó al hombre dos puñaladas.
El 911 recibió una llamada horas después. La Policía, alertada del hecho, ingresó a la casa, decomisó los dos cuchillos de cocina y detuvo a ambas mujeres. El mismo día, vecinos y familiares realizaron una marcha a la comisaría exponer la situación que madre e hija vivieron durante largo tiempo y solicitar su liberación.
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