El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Actualidad

VIDEO: Los Niños Gritones, las voces de la fortuna entre los mexicanos

Publicado:
La figura nació con la finalidad de darle transparencia al sorteo más antiguo de México. En un primer momento, hace más de 200 años, se incorporaron niños huérfanos; en 2011 la lotería se abrió a las niñas.
VIDEO: Los Niños Gritones, las voces de la fortuna entre los mexicanos

Se busca niña y niño gritón de Lotería Nacional. Se requieren calificaciones con promedio de 8,5; carta de buena conducta en la escuela; acta de nacimiento (tener entre 8 y 11 años al registrarse); voz clara y audible para el público en general; disponibilidad de horario.

Así es como la Lotería Nacional, la institución del Gobierno de México encargada de realizar juegos y sorteos legales en el país, busca a los niños y niñas que 'cantan' los premios en cada uno de los sorteos que la institución realiza desde su fundación en el año 1770.

Conocidos como los Niños Gritones, esta figura nació a fin de darle transparencia al sorteo más antiguo de México; en su momento, fueron niños huérfanos, que desde el primer juego, realizado el 13 de mayo de 1771, estuvieron presentes.

"Se eligió a niños porque representan 'la mano blanca', la pureza. Al principio eran niños de hospicio; luego pasaron a integrar a los hijos de soldados; luego de burócratas y, finalmente, se abrió a todos los niños hasta 2011, que se integraron las niñas", cuenta Karla Elizabeth Ramírez Pérez, coordinadora de los niños gritones desde hace tres años, respecto al origen de esta figura.

La perfección en el caos

Repiten números. Se cronometran: '¿Cuánto?, 2:51'. Diego, Ximena, Karen, Denise, Melanie, Santiago, Saúl, Fátima, Edwin y Lissette lo hacen por grupos, se corrigen y aplauden cuando se canta el premio mayor.

Para los ojos ajenos, la escena que se repite por poco más de una hora parece un pequeño caos: niños que cruzan, gritan, toman su uniforme, se sientan, se ponen de pie, cuestionan, hablan... pero no, ellos no se lían, saben los números que dicen con una claridad que asombra y el volumen que otorgan unos pulmones sanos, jóvenes.

"Tenemos ejercicios de respiración, de dicción, de memoria", explica Paloma Pérez Fuentes, de 14 años, quien tiene cuatro años cantando números, cuando se le pregunta sobre cómo logran 'gritar' tan fuerte.

Actualmente hay 40 niños gritones, con edades que oscilan entre los 8 y 15 años; participan 12 por sorteo y ahí despliegan el protocolo tal y como se hizo en el primer sorteo en la historia de la Lotería Nacional.

"Podemos estar aquí hasta los 15 años, de hecho, cuando uno ya se va, se le dedica ese día el sorteo, y le dan un reconocimiento y su uniforme", narra Jonathan Hernández Garnica, de 13 años.

Quienes integran la alineación de los 'emisarios de la suerte y la fortuna' arriban al histórico edificio El Moro, sede de la Lotería, en el corazón de Ciudad de México, a las 18 horas. Desde ese momento comienza su labor, que concluirá cerca de tres horas después, cuando se retiren a sus casas.

Por su participación, los menores reciben una beca económica cada 15 días, cuyo monto depende del tipo de sorteo en que participen y las actividades que desempeñen, aunque oscila entre 16 y 65 dólares, correspondiente a entre 3 y 12 salarios mínimos en México.

"No venimos siempre, somos alrededor de 40 niños gritones y nos vamos rolando dependiendo de los sorteos, porque son cuatro a la semana; en cada uno usamos un uniforme distinto, tenemos aproximadamente 15", expone Paloma.

Los niños gritones participan también en sorteos foráneos y son seleccionados quienes tienen mejor desempeño. "Normalmente es un premio viajar, elegimos a los que tengan más habilidad y que tengan buenas calificaciones, buen desempeño, buena conducta", puntualiza Ramírez Pérez, quien además destaca la importancia de la imagen de los niños. "Les checo las uñas, el cabello, que no lleven las cejas depiladas, que no traigan maquillaje, si algo no lo traen bien, los regreso. Los traigo como soldaditos, son la imagen de la institución, no puedo permitir que salgan mal", explica.

Paloma, Jonathan y Fátima destacan el sentido de la responsabilidad que les ha dado ser niños gritones y el reto que implican la dicción y la concentración para lograr cantar por primera vez en un sorteo.

"Hay sanciones, ellos mismos lo dicen, es una forma de responsabilidad, así es la vida, tienes que tener disciplina", resalta la coordinadora.

Las sanciones van desde prescindir de su presencia en un sorteo hasta un mes, en los casos extremos. Karla cuenta una anécdota.

"Pasó el 15 de septiembre de hace dos años. Nos tocó ir con el presidente Peña Nieto al sorteo magno del Día de la Independencia en el Campo Militar número 1, el premio mayor era de 75 millones de pesos y el segundo premio más grande era de 7.500.000. Salieron los niños y la niña que cantaba gritó el premio mayor, hubo aplausos, todo. Enseguida, quienes dan fe del sorteo se dieron cuenta que la niña se había equivocado, pues correspondía al premio de 7.500.000. Había 10.000 soldados en el evento, que nos empezaron a abuchear, el presidente allí… yo me quería morir, se fue suspendida un mes".

La convocatoria para ser niño o niña gritón se abre cada año: desde marzo hasta el 30 de abril. Una vez que ingresan, se tiene un periodo de 6 meses para desarrollar las capacidades requeridas.

Gritones de abolengo

A Paloma, Fátima y Jonathan el interés por formar parte de las filas de los emisarios de la fortuna les viene desde la cuna.

Paloma, por ejemplo, viene de una familia de billeteros (como se les conoce a los vendedores de billetes de Lotería); Jonathan de una familia de niños gritones y a Fátima, más bien, la impulsó su abuelita que se desempeña como policía de seguridad privada.

Sus satisfacciones abrevan de distintos sitios. A Fátima lo que más le gusta es la posibilidad de viajar; a Paloma, los amigos que ha hecho, y a Jonathan el poder entregarle dinero a la gente y "que tenga un bienestar en su vida". Pero todos coinciden en que lo peor que pueda pasar arriba del escenario es equivocarte o "que se te caiga la bolita (los premios y números están grabados en bolas de maple), porque no sabes qué hacer, los nervios te ganan", cuentan.

Aunque el 'coco' de la mayoría es la dicción, Jonathan se ufana de que le fue fácil y a su tercer sorteo ya estaba cantando premios, "no me costó mucho trabajo", dice. En cambio, Paloma y Fátima tardaron un año en hacerlo.

"Me ponía a practicar con diferentes números porque a veces es lo que más nos falla, decir los números rápido, con buena dicción y que estén correctos, evidentemente", cuenta Paloma, mientras Fátima habla de ese primer día en que gritó, "cuando dijeron mi nombre, me puse muy feliz y me puse bien rojita".

A gritar

En punto de las 19:45 horas una mujer se pone al habla en el auditorio principal de la emblemática sede de la Lotería Nacional, da inicio al programa protocolario e irá explicando todo lo que está por suceder.

"Demos un aplauso a nuestros emisarios de la suerte y la fortuna, quienes saludarán a cada uno de los integrantes del presídium".

La Lotería Nacional dedicó su Sorteo Mayor No. 3705 a los 45 años del Club de Béisbol Acereros de Monclova, que, desde el 23 de marzo de 1974, hicieron su debut dentro de la Liga Mexicana de Béisbol. En el auditorio, las poco más de 50 personas escucharán que el premio Mayor de 18 millones de pesos correspondió al billete 36409.

El sorteo empieza puntualmente, porque "a la casa de la suerte y la fortuna, la diosa llega a las 20 horas", reza la maestra de ceremonias que no se achica al describir lo que acontece. Los niños comienzan a cantar: "Número 36.409, 18 millones de pesos, 18 millones de pesos, premio mayor, premio mayor..."

Paola Morales

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7