Los 'chalecos amarillos' celebran su 27.ª semana de protestas
Los 'chalecos amarillos' vuelven a salir a las calles Francia este sábado y cumplen la 27.ª semana consecutiva de protestas en contra de las políticas del Gobierno de Emmanuel Macron y sus reformas económicas.
Las concentraciones se llevarán a cabo en varios puntos de París con un número de manifestantes que parece estar disminuyendo. La semana anterior el movimiento contó con la participación de aproximadamente 18.600 personas, alcanzando un mínimo histórico, informaron medios locales, citando cifras del Ministerio del Interior.
Aproximadamente a las dos de la tarde, las autoridades estimaron la participación de 2.800 personas distribuidas en diferentes ciudades, aunque la mayoría se concentró en la capital. Esta cifra fue ligeramente mayor a la registrada a esa hora la semana pasada.
Algunos enfrentamientos se reportaron en Reims, al norte de Francia, según medios locales.
"El Estado nos divide, la calle nos une", fue una de las frases más sonadas durante la manifestación junto a otras voces en contra del presidente francés. También se hizo un llamado a la ciudadanía para plegarse a la movilización: "Los que no se mueven no sienten sus cadenas", "Su indiferencia arruinará el futuro de sus hijos. ¡Despierten!"
Los organizadores de las protestas han hecho un llamado especial a la participación de las mujeres en esta jornada. "Porque siempre han estado presentes, pero siempre relegadas en segundo plano. Sin embargo, son sinónimo de determinación, justicia, movilización. Siempre tan movilizadas a pesar de una represión contra ellas cada vez más flagrante", reza el comunicado.
La Policía de la capital anunció inspecciones para controlar paquetes sospechosos y reiteró que los manifestantes tienen prohibido cubrir sus caras de forma parcial o total. Además, indicó que las agrupaciones no pueden ingresar a la zona de los Campos Elíseos, alrededores del palacio presidencial y la catedral de Notre Dame.
El movimiento empezó el pasado mes de noviembre originalmente para protestar contra el aumento del impuesto sobre el combustible. Pese a que el Gobierno francés anuló esa medida, las manifestaciones han ido en aumento y ahora también cargan contra las políticas económicas del presidente Emmanuel Macron y la violencia policial.