Nieto recuperado número 130: "Hay heridas que nunca van a cicatrizar, pero los abrazos de las Abuelas y de otros nietos recuperados curan"

Javier Matías Darroux Mijalchuk es el nieto recuperado número 130 de la dictadura militar argentina (1976-1983). En junio de 2019 fue presentado por la asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Su progenitor fue secuestrado el 2 de diciembre de 1977, y el 26 de diciembre de ese mismo año cuatros supuestos compañeros de su padre fueron a buscar su madre. Esa fue la última vez que sus familiares la vieron. Javier –que tenía entre cuatro o cinco meses de edad– iba con ella. Dos días después del secuestro, fue entregado a una familia en adopción. 

Javier Matías Darroux Mijalchuk, nieto recuperado número 130

"Siempre supe que era adoptado y pensaba que era muy probable que mis padres fueran víctimas de la dictadura", explica, mientras añade que fue su compañera y sus amigos los que le insistieron en dejar una muestra de ADN para buscar a sus padres. En 2006 presentó su ADN y le dio negativo porque en el banco genético solo estaba el perfil por parte materna. No fue hasta 2008 cuando se tomó el ADN de su abuela paterna y se completó el grupo familiar en el banco genético, lo que permitió a Javier reencontrase con su tío.

"El teléfono que mi tío dejó activo durante años buscándonos es un símbolo de su perseverancia y de no bajar los brazos", dice. Y continúa: "En todos los casos de familiares desaparecidos hay un vaivén entre la alegría por lo recuperado y el dolor por lo perdido".

Javier asegura que siente la obligación de estar involucrado en "la lucha por la verdad". En el momento en el que su madre fue secuestrada estaba embarazada de dos o tres meses. "Quiero saber si dio a luz o no y si tengo que buscar a un hermano o a una hermana", comenta.

Respecto a su padre, destaca que estaba vinculado a las Fuerzas Armadas por lo que "tiene que haber expedientes de las tareas que desempeñó, pero no nos los dan".  

Javier Matías Darroux Mijalchuk, nieto recuperado número 130.

Al ver que el caso de sus padres no se movía por lo judicial, Javier decidió difundir su historia en un intento de aportar datos nuevos. "Memoria es mantener viva la historia, que se mantenga presente y no se olvide. Para que no se tenga que repetir tiene que estar presente", declara.

Ejemplo de lucha

A las las abuelas de la Plaza de Mayo las define como un ejemplo de "constancia y perseverancia". "Ya tienen el reconocimiento de la sociedad y espero que en algún momento tengan el del gobierno", agrega.

Javier tiene claro que "hay heridas que nunca se van a cicatrizar", pero "los abrazos de las abuelas y de otros nietos recuperados curan". Y recuerda que es necesario "vencer al odio" con el que la sociedad argentina "fue atacada durante toda esa época". "No nos vencieron, no nos doblegaron. Aquí estamos y nos siguen encontrando", concluye. 

Para saber más sobre el proceso que vivió Javier hasta conocer su verdadera identidad y reencontrarse con su tío, le invitamos a que vean la entrevista completa.

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