El nuevo gasoducto entre Argentina y Bolivia ya está en marcha
La presidente de Argentina, Cristina Kirchner, y su homólogo de Bolivia, Evo Morales, inauguraron el nuevo Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA) desde la Casa Rosada, en Buenos Aires. La tubería, con capacidad para bombear hasta 27,7 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, fue financiada por ambas partes.
“¿A quién estamos beneficiando? Vamos a beneficiar por supuesto a toda la red y fundamentalmente a más de tres millones y medio de argentinos del noreste que hoy no cuentan con este insumo vital”, manifestó Cristina Kirchner durante la inauguración.
“El gasoducto va a suministrar siete millones y medio de metros cúbicos al día de gas. Sin este yacimiento que estamos inaugurando hoy es imposible construir el otro gasoducto del noreste argentino”, agregó.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, a su vez hizo un llamamiento que “para que dos pueblos hermanos puedan compartir sus recursos naturales, complementados al servicio de nuestros pueblos”.
“Quiero decirles que estoy muy contento de que en poco tiempo hayamos realizado este gasoducto para garantizar energía. Trabajando juntos, pensando siempre en nuestros pueblos continuaremos trabajando”, concluyó.
El conducto, de 32 pulgadas de diámetro y 43 kilómetros de longitud, que llevará el gas boliviano desde la localidad de Campo Grande hasta Madrejones en territorio boliviano y en el lado argentino hasta Campo Durán, es un proyecto crucial para Bolivia y Argentina.
En total, la obra demandó una inversión de 29,3 millones de dólares. Bolivia prevé que el Gasoducto de Integración Juana Azurduy rinda beneficios valorados en unos 6.000 millones de dólares anuales desde 2015.
Actualmente Argentina se sitúa en el segundo lugar por detrás de Brasil en términos de compra de gas boliviano con 7,7 millones de metros cúbicos diarios. La nueva tubería consolidará las posiciones de Argentina como un cliente energético tan importante como Brasil y aumentará el envío de combustible.
La tubería se realizó en cooperación de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) y ENARSA (Energía Argentina S.A).