Preocupación por las muertes de niños y adolescentes en El Salvador
La cantidad de menores salvadoreños asesinados va aumentando día a día. La triste estadística proporcionada por la Policía muestra que desde el inicio de 2011 ya han muerto casi 80 niños y adolescentes.
Esta alarmante cifra preocupa seriamente al procurador de Derechos Humanos, Óscar Luna, y a la Iglesia Católica de El Salvador.
El procurador y la Iglesia hicieron llamamientos similares a las autoridades salvadoreñas para que hagan lo necesario para detener los crímenes contra niños en el país, advirtiendo que es previsible un agravamiento de la situación actual si no se toman medidas.
Óscar Luna opina que las autoridades deben adecuar una estructura organizativa que atienda e investigue los homicidios de estudiantes (de primaria y secundaria) a fin de acabar con la impunidad de los crímenes. El procurador está seguro de que el alarmante balance de fallecidos menores es el resultado de una investigación poco efectiva de los casos.
El arzobispo de San Salvador, José Luís Escobar, por su parte, recordó que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona y lamentó la gran cantidad de crímenes contra los jóvenes. Escobar también afirma que el país se encuentra en esta situación alarmante solo porque no “se le presta la atención debida” a estos problemas.
La policía atribuye los delitos contra los menores a las pandillas salvadoreñas. El crimen se ha cobrado las vidas de 76 niños y adolescentes en lo que va de año, una cifra sensiblemente mayor a los 54 casos ocurridos en todo 2010.
Luna sostiene que es de vital importancia, no ya frenar a los asesinatos, sino también “crear condiciones para que la infancia y la juventud reciban estímulos que los aparten del riesgo de caer en conductas delictivas”.