Suicidio juvenil: la otra ‘crisis’ que aniquila más futuros

Rusia ocupa el primer lugar en Europa por cantidad de suicidios juveniles, como revelan las estadísticas oficiales. En el país cada año 4.000 jóvenes intentan suicidarse, como revelan las estadísticas oficiales. Entre las causas se mencionan los fracasos en la vida personal y la incomprensión de los padres. Sin embargo, los psicólogos destacan también otras razones importantes para esta tendencia. 

Ígor tiene solo 17 años, pero su mirada no es la de un adolescente, más bien (cuando miras a sus ojos) parece una persona adulta con una vida llena de dificultades. Y de verdad es así, aunque aún más, casi ha cruzado la línea que separa la vida y la muerte.

"Una serie de problemas me torturaba. La relaciones con la familia, con mi novia. Mi alma era como un vaso con agua. Y cuando ya estaba lleno, el líquido empezó a desbordarse. Entonces intenté suicidarme. Me han salvado de milagro", cuenta Ígor Lavrov.

La escala de suicidios entre los adolescentes rusos es grande. Expertos afirman que cerca de 4.000 jóvenes intentan acabar con su vida anualmente en el país. Según las estadísticas, las mujeres hacen 4 veces más tentativas que los hombres, pero los chicos son los que persisten hasta lograrlo. Las razones casi siempre son las mismas: problemas en los estudios, conflictos con los padres, fracasos en la vida personal y sobre todo, falta de comprensión de sus familiares o amigos.

En pleno centro de Moscú se encuentra el monumento 'Niños, víctimas de los vicios de los adultos'. Es una estatua de dos niños con los ojos tapados que están rodeados de adultos, cada uno de los cuales representa diferentes pecados de los humanos (por ejemplo el sadismo, apología de la violencia o la guerra). El centro lo ocupa la representación de la indiferencia.

Los especialistas señalan que esta es la mayor razón que lleva a los adolescentes al límite. El psicólogo que atiende ahora a Ígor afirma que su intento de suicidio no es un problema personal, sino de las personas que no le ayudaron a tiempo.

"Los niños no son como lavadoras o televisores, no se atrofian por sí mismos, sin razón. Si un niño se sale del control, o si se ha 'roto', lo más probable es que el problema esté en la familia, en sus padres", dice el psicólogo Kiril Sokolov.

Esta tendencia resultó ser tan alarmante, que ya se analiza al más alto nivel para encontrar la forma de mejorar esta situación. Una de estas es la disposición de líneas telefónicas especiales las 24 horas al día para atender a los desesperados. Cada niño o adolescente que está pensando en suicidarse o simplemente se siente abandonado y deprimido puede llamar a este servicio donde tratarán de ayudarlo los psicólogos. Sin embargo no es la única medida. 

"El problema es tan serio que cuando se lo comentaba al presidente Medvédev, primero dudó que fuera cierto. Pero los datos son de verdad horribles. Necesitamos realizar un trabajo sistemático para prevenir estos casos. Se requiere que más psicólogos trabajen en las escuelas y que además orienten a los padres para que sean más atentos y responsables", dice el defensor de los Derechos del Niño de Rusia, Pável Astájov.

Cuando el corresponsal de RT le preguntó a Ígor por qué quería hablar de su intento de suicidio ante las cámaras, el joven les confesó que quería aparecer en la televisión para que todos pudieran verlo y escuchar estas palabras:

"Cuando estuve en el hospital, después de que los médicos me salvaran la vida, entendí que cometí un error muy grave. Me hice mal a mí mismo y a mis conocidos. Y entonces decidí que esto nunca volvería a pasar conmigo. Tras comprenderlo empecé a ver el mundo con otros ojos, todo cambió para mí. Aquel día empezó mi nueva vida y ahora soy feliz", concluyó.