Dos jóvenes chechenos salvaron decenas de vidas en la masacre noruega

Mientras la policía noruega sigue la investigación en torno al doble atentado del pasado 22 de julio, salen a la luz más detalles sobre la masacre en la isla noruega. Dos jóvenes chechenos, que se encontraban en el campamento veraniego, trataron de neutralizar a Breivik que vestido de policía disparaba de forma indiscriminada contra la gente.

Movsar Dzhamayev, de 17 años, y Rustám Daudov, de 16 años de edad, (ambos originarios de la república rusa de Chechenia, sur de Rusia) al enterarse de que se trataba de un ataque se escondieron en el bosque, desde donde empezaron a lanzar piedras a Breivik. Después de darse cuenta de que no podían enfrentarse a un hombre armado, comenzaron a ayudar a escapar a los demás, según comentaron los jóvenes a la prensa noruega.

Movsar y Rustám primero oyeron disparos y vieron a decenas de jóvenes corriendo y detrás de ellos un hombre vestido de policía. Al principio, los jóvenes pensaron que era una representación, por eso decidieron acercarse. No obstante, pronto fueron asesinadas a balazos ante sus ojos tres personas. El escenario de la impactante matanza les dejó en 'shock' y ni siquiera podían moverse. Pocos minutos después los jóvenes se escondieron en el bosque y vieron cómo Breivik seguía disparando contra los jóvenes y lo hacía estando absolutamente tranquilo e impasible.

Los jóvenes chechenos empezaron a ayudar a otras personas a escapar de 'la isla de la muerte'. Movsar encontró una especie de cueva en la roca donde se escondieron 23 personas. Uno de los sobrevivientes tenía solo ocho años de edad. Además, hasta donde les llegaron las fuerzas sacaron del lago a las personas que estaban a punto de ahogarse.

El doble atentado perpetrado por Anders Behring Breivik, con una explosión de coche bomba en el centro de Oslo seguida del tiroteo en el campamento de las Juventudes Socialdemócratas en Utoya, se cobró la vida de 77 personas.