Los gafotas se frotan los ojos: ¿unas lentes con autofoco?

Las personas con problemas de visión se frotan los ojos ante la posibilidad que les brinda una empresa estadounidense de prescindir de su colección de gafas (para leer, para ver de lejos o de cerca). Todas ellas puede ser reemplazadas por un solo dispositivo: unos anteojos con sistema de autofoco.

Aunque a simple vista parecen similares a unas gafas normales y corrientes, en realidad combinan dos lentes distintas: una común y una hecha de cristal líquido. Cada patilla está provista de un microprocesador, una pila y un pequeño cable conectado con los cristales líquidos de la lente. Bajo la acción de la electricidad la capa de estos cristales líquidos cambian de estructura, adaptándose a la vista de quien las lleva.

Para configurar las gafas hay que tocar un sensor en la patilla, y para que se acomoden automáticamente hay que sacudirlas: en este caso los encargados de las configuraciones serán los axelómetros, que reaccionan a cada inclinación de cabeza.

El dispositivo, denominado emPower, fue diseñado por la empresa estadounidense PixelOptics. La empresa estudia si poner en marcha la producción de gafas de sol. La principal desventaja del producto es su coste: los microchips y otros detalles electrónicos hacen  que  el precio roce los 1.250 dólares. Expertos advierten a los que finalmente deseen comprarse el emPower que no son aptos para algunos casos de miopía o presbicia, que se apagan bajo el agua y que funcionan con baterías que han que ser recargadas al menos una vez cada tres días.